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’26 de abril … y entonces sucedió que …’, por José Luis Fortea

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………………en 1937, en plena guerra civil española, a los nueve meses de haberse iniciado la misma, e inmersa en la que acabaría denominándose “La Campaña del Norte”, se desarrolló la “Operación Rügen”, por parte de la aviación alemana (a través de su legión Cóndor) e italiana (con su Aviación Legionaria) que habían desplazado sus unidades aéreas, desde el pasado mes de agosto, en apoyo del ejército sublevado de Franco y que acabarían bombardeando, aquel lunes 26 de abril de hace hoy ochenta años, la localidad vizcaína de Guernica.

Guernica y Lumo constituye un emplazamiento emblemático de la historia y de la cultura vasca, al ser el lugar en donde se reunía su máximo órgano de representación, las denominadas Juntas Generales de Vizcaya, bajo el roble ubicado en la anteiglesia de Lumo, y el lugar en donde los Señores de Vizcaya, tras recibir su título, venían a jurar lealtad a sus leyes y sus fueros.

Efectivamente, el primer acto, de obligado cumplimiento, una vez investido Señor de Vizcaya era el de proceder a la jura de los fueros, mediante un rito solemne, como señal de respeto hacia el conjunto de sus leyes históricas, comprometiéndose a guardar las libertades y privilegios, los usos y las costumbres propias de los vizcaínos, en una ceremonia que debía ser realizada en cuatro puntos estratégicos, entre los que se encuentra el aludido lugar del roble de Guernica, además de Bilbao, Larrabezúa y Bermeo.

Aquel lunes 26 de abril de 1937, a las dos y media de la tarde, en la base de Soria se encuentran preparados tres bombarderos para iniciar la referida operación, uno alemán de doble cola Dornier Do 17, al que llamaban por su velocidad el “lápiz volador” y dos bombarderos trimotor italianos tipo Savoia-Marchetti SM.81, el  “Pipistrello” (en italiano el “murciélago”), cargado cada uno de ellos con doscientos cincuenta kilos de obuses y explosivos y cincuenta kilos más de bombas incendiarias. El objetivo señalado antes de iniciarse este ataque, es doble, un puente sobre el rio Oka y la fábrica de armas situadas en las afueras de la localidad (curiosamente los únicos puntos que al acabar el ataque quedarían intactos).

Los aviones “Pipistrello” italianos ya habían ejecutado un primer bombardeo, el pasado día 31 de marzo, sobre la localidad de Durango, de la misma manera que la aviación alemana ya había realizado un primer ataque aéreo sobre la ciudad de Jaén, al mismo día siguiente, el día1 de abril. No eran estas acometidas sin embargo las primeras efectuadas por esta vía, sobre una localidad y su población civil, ya que el primero de estos tuvo lugar en la localidad de Ochandiano (Otxandio) el 22 de julio de 1936, perpetrado por dos aviones Breguet XIX, marcados ambos con banderas republicanas, procedentes de la base de Recajo en la Rioja.

En esta ocasión, sin embargo, la acometida la realizarían de manera conjunta ambos escuadrones, dirigidos por el comandante Wolfram von Richthofen de 41 años, primo del mítico aviador de la Primera Guerra Mundial, Manfred von Richthofen, el “Barón Rojo”.

A las cuatro y media de la tarde empezó un ataque en el que llegarían a participar treinta y un bombarderos y 26 cazas, y que durante las siguientes tres horas asolaría entera la ciudad de Guernica, en donde prácticamente el 90% de sus edificios fueron destruidos o quedaron gravemente dañados (los lugares históricos, como la Casa de Juntas y el árbol de roble, símbolo ancestral, no resultaron dañados).

El paisaje desolador de una ciudad arrasada tras el ataque, se convirtió en símbolo del horror y la barbarie de la guerra. El sacerdote Alberto de Onaindía Zuloaga natural de Markina, presente el día del ataque, en París se encargaría de narrar lo allí acontecido inspirando al pintor, Pablo Picasso, su cuadro del Guernica, que expondría por primera vez en el pabellón de España de la Exposición Universal, celebrada ese mismo año de 1937 en la ciudad parisina.

Tres años más tarde, cuando Otto Abetz el embajador de la Alemania Nazi en París, desde el mes de noviembre de 1940, de una Francia ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, conozca al pintor Pablo Picasso, que por aquel entonces vive en el Bateau-Lavoir, en un inmueble ubicado en el barrio de Montmartre, del distrito 18, lugar de residencia y de reunión de numerosos artistas, observando en una de las paredes un gráfico del cuadro del Guernica le preguntó si le correspondía la autoría de aquello, a lo que el pintor, dicen que le contesto, -“no, fueron Ustedes”- .

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Cuidar de una madre con Alzheimer: Un viaje de amor y dolor

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Cuidar de una madre con Alzheimer: Un viaje de amor y dolor-FREEPIK

En el torbellino de nuestras vidas, donde cada día parece traer consigo nuevos desafíos y responsabilidades, a menudo nos encontramos luchando por equilibrar nuestras vidas personales y profesionales. Pero ¿qué sucede cuando ese equilibrio se ve eclipsado por una realidad implacable? ¿Cómo lidiamos con el impacto emocional y psicológico de ser cuidadores de un ser querido con una enfermedad tan devastadora como el Alzheimer?

Esta es la historia de una periodista apasionada que, entre entrevistas y artículos, se enfrenta a una batalla mucho más íntima: la lucha diaria de cuidar a su madre, quien lenta pero inexorablemente se desvanece en las garras de la enfermedad de Alzheimer.

Para ella, cada día es un viaje emocional plagado de altibajos. Desde los momentos de lucidez y conexión con su madre hasta las dolorosas luchas para recordar quién es ella misma, cada momento está marcado por una mezcla de amor incondicional y dolor impotente. Es una montaña rusa de emociones, donde la alegría y la tristeza se entrelazan en un baile constante.

Su vida como periodista le ha enseñado a mirar más allá de las apariencias y a buscar la verdad en cada historia. Y en este viaje junto a su madre, encuentra una verdad más profunda: la importancia de la empatía, la compasión y el amor incondicional. A medida que navega por los desafíos diarios del cuidado, descubre una fuerza interior que nunca supo que poseía.

Pero no todo son lecciones y momentos de claridad. Hay días oscuros, días en los que el peso del cuidado parece demasiado grande para soportarlo. Días en los que la frustración y la impotencia amenazan con abrumarla. Sin embargo, incluso en esos momentos más oscuros, encuentra consuelo en la gente que la rodea. Amigos y familiares se unen para ofrecer apoyo y comprensión, recordándole a ella y a su hermana que no están solas en este viaje.

A medida que el Alzheimer avanza implacablemente, ella se enfrenta a una dolorosa verdad: la inevitabilidad de la pérdida. Pero también encuentra consuelo en el conocimiento de que el amor trasciende las barreras del tiempo y la memoria. Aunque su madre pueda olvidar su nombre y sus rostros, el amor que sienten el uno por el otro perdura, inquebrantable e indestructible.

La historia de esta periodista es una historia de amor. Un amor que desafía las limitaciones del tiempo y el espacio, un amor que persiste a pesar de las pruebas y tribulaciones. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, el amor es la fuerza que nos sostiene, la luz que guía nuestro camino. El amor que vio crecer en su casa día a día, sin interrupción.

En medio del día a día, es fácil perder de vista lo que realmente importa. Pero esta historia nos recuerda que, en lo que de verdad importa, son las conexiones humanas y los lazos de amor los que nos sostienen en los momentos más difíciles. Y en el poder cuidar de su madre con Alzheimer, encuentra no solo una prueba de su amor, sino también una lección de humanidad y compasión que nunca olvidará.

SRA

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