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Qué pasó

Qué pasó un 6 de abril

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Qué pasó un 6 de abril
Portada de 'El principito'
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José Luis Fortea

 

 

 

 

Qué pasó un 6 de abril

……..en 1520, un viernes santo de hace 497 años, fallecía en Roma el pintor Rafael, Raffaello Sanzio, conocido también como Raffaello de Urbino, al ser este el municipio italiano, del noreste de la península itálica, situado a unos cuarenta y tres kilómetros de San Marino, donde nació el pintor, lugar además en el que entre otros, lo haría un 16 de febrero de hace treinta y ocho años el piloto de motos Valentino Rossi.

A sus 25 años fue requerido por el Sumo Pontífice Julio II (el Papa guerrero) para que se trasladara a Roma y plasmara su trabajo sobre las paredes de sus dependencias privadas, cuatro estancias ubicadas en la tercera planta del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, así como pintarle el que sería considerado como su primer retrato.

Es en esta época, cuando coincide con Miguel Ángel, que se encuentra pintando los frescos de la Capilla Sixtina y del que quedaría tan gratamente impresionado, de aquella fastuosa creación artística, que el mismo Rafael decidió incluirlo y retratarlo en su obra “la Escuela de Atenas”, pintada en la tercera de aquellas estancias, la que llamaban “de la segnatura” (habitación que toma el nombre del más alto tribunal de la Santa Sede, la “Segnatura Gratiae et Iustitiae”, lugar que Julio II dedicaría como biblioteca y estudio privado).

Tras la muerte de Julio II, en 1513, su sucesor León X siguió contando con este genial pintor renacentista, que pese a estar comprometido, sin demasiado entusiasmo, con una tal María Bibbiena, sobrina del cardenal Bernardo Dovizi, que al ser natural de la localidad de Bibbiena, de la provincia del Arezzo, era conocido por este nombre, con la que nunca llegaría a esposarse y que según Giorgio Vasari (el primer historiador del arte, célebre por sus biografías de pintores);      

–“Era Rafael una persona con una fuerte inclinación al enamoramiento, gran aficionado a las mujeres y siempre dispuesto a servirlas”-

Y  fue precisamente fruto de uno de estos encuentros con su amante,  Margherita Luti, a la que llamaban “la fornarina” (la harinera) por ser la hija del panadero Francesco, la misma que aparece en el llamado ritratto di giovane donna (retrato de una joven mujer) cuando llevados por el entusiasmo y un empeño hasta el punto de tornarlo de excesivo deleite, agotado por la refriega y la fricción propia del cortejo y los topetazos, el artista amaneció con fiebre intensa y sudores fríos que le llevarían inclusive a un estado de agonía y tras dos semanas, en esta situación, a su posterior muerte.

La causa del óbito obviamente puede que no se encuentre directamente relacionada con el mencionado encuentro, máxime cuando además estos eran más que habituales entre estos dos amantes secretos, que con la lectura del testamento del pintor, en el que destinaba una importante cantidad, para la manutención de Margherita, acabó por desvelar toda la verdad sobre el asunto. Ella cuatro meses después, el 18 de agosto, ingresaría en el Convento de Santa Apolonia donde fallecería, en 1522, a los 29 años.

Relación esta que recogería Rafael Alberti en su obra “sobre los amores secretos entre Rafael y la fornarina.


………en 1943, se publica la novela corta del aviador y escritor Lyonés Antoine de Saint-Exupéry, “El principito”, una de las obras en francés más leídas y traducidas, por lo que hoy 6 de abril, este es ya todo un príncipe que “reina” desde hace 74 años.

En realidad la obra es un cuento para niños pero repleta de lecciones morales por lo que impacta sin duda en el lector adulto, dejando un poso de frases inolvidables.

Algunas de las frases más destacadas de El pincipito:

Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos

No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.

Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo.

Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres

Él se enamoró de sus flores y no de sus raíces, y en otoño no supo qué hacer.

El autor, todo un personaje, durante este 1943 vive inmerso en un conflicto personal, ya que siendo piloto de guerra, de una Francia que se encuentra ocupada por la Alemania nazi, y fuertemente dividida, entre quienes apoyan el gobierno de Hitler, como el mariscal Philippe Pétain y su régimen de Vichy y los que abogan por la libertad de la nación gala ocupada, de un Charles de Gaulle, que llegará a formular públicamente sus sospechas sobre el autor de colaboracionista y de alta traición con el gobierno alemán.

Y mientras el caso fue llevado al alto tribunal militar, este fue suspendido de sus misiones de guerra, algo que acabaría por acrecentar aún más su delicado estado de ánimo que agravaría una situación personal en la que quince meses después de esta publicación del principito, en julio de 1944, encontrándose en la isla de Córcega, despegó con su avión y misteriosamente desapareció para siempre.


……en 1968, celebrándose el XIII festival de la canción de Eurovisión, en el Royal Albert Hall de Londres, en el Reino Unido, organizado por la BBC, la cantante María de los Ángeles Félix Santamaría Espinosa, a la que artísticamente se conoce con el nombre de Massiel, representando a España e interpretando la canción “la, la, la” compuesta por Ramón Arcusa y Manuel de la Calva, integrantes del Dúo dinámico, queda primera del certamen con 29 puntos, uno más que el considerado favorito del concurso de ese año, el cantante y representante británico Cliff Richard.

El momento de su participación en este enlace de 2.54 https://youtu.be/J4g5QYJOFzQ

El segundo puesto fue para el representante británico, Cliff Richard, que con la canción Congratulations quedó a un punto de España. https://youtu.be/rcsbL1ZcQhE

La tercera posición fue para la representante francesa Isabelle Aubret, que ya había ganado el celebrado hacía seis años, en 1962 con la canción «premier amour», con la canción la source (la fuente) obteniendo 20 puntos. https://youtu.be/t4rlmiBkuKg

 

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Qué pasó

Qué pasó el 20 de abril

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Qué pasó el 20 de abril
CELTAS CORTOS
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José Luis Fortea

 

 

 

 

Qué pasó el 20 de abril

……en 1999, en el instituto Columbine de la pequeña ciudad de Littleton en el  condado de Jefferson, en Colorado, dos adolescentes, Eric Harris de dieciocho años recién cumplidos desde hacía once días, al que todos conocen como “Reb” (rebelde), y Dylan Klebold de diecisiete, apodado “el Vodka”, asesinaron a tiros a doce de sus compañeros y un profesor e hirieron a otros veinticuatro.

El instituto, ubicado en el número 6201 de la calle S Pierce que recibe el nombre de la flor típica del estado de Colorado, la Aguileña (Columbine en inglés), había sido remodelado hacía tan sólo cuatro años, en 1995, precisamente el mismo año en el que se habían  matriculado estos dos estudiantes, en unas costosas obras de mejora con una inversión, aproximadamente de quince millones de dólares, que estrenaba aquel curso un renovado recinto, inaugurado hacía ya veintidós años, en octubre de 1973, disponiendo desde entonces de nuevas aulas y contando además con una amplia y reformada cafetería y biblioteca.

Unas semanas antes de estos sucesos, la profesora Judy Kelly, preocupada e inquieta llamó a los padres de Klebold para mostrarles un trabajo de clase en el que narraba como un guerrero solitario que portaba una gabardina, empleando en la descripción de los hechos un lenguaje extremadamente violento, asesinaba a tiros a un grupo de estudiantes de un instituto, haciendo explotar bombas para desviar la atención de la policía.

La mencionada profesora se negó a calificar aquel trabajo antes de hablar con él y con sus padres, haciéndoles ver que desaprobaba tanto las maneras de narrarlo como el contenido de lo acontecido, a lo que el joven en su defensa argumentó tratarse de;

–“Sólo una historia, sin más”-.

Minimizado y zanjado el asunto de la redacción quedando en tan sólo un incidente, al que no se le volvería a dar mayor importancia, ni por el quipo docente ni por los padres que veían en Dylan el comportamiento propio de un adolescente, al que consideraban como un buen chico, quizás algo retraído y tímido pero para nada propenso a ataques de ira o explosiones agresivas y violentas.

Tres días antes de estos acontecimientos, el sábado día 17 de abril, tuvo lugar la fiesta de graduación de los alumnos del último curso. Allí acudía Dylan Klebold acompañado de su amiga Robyn Anderson (la misma que al tener la edad exigida, aportó su carnet de identidad para adquirir las armas que posteriormente utilizarían en la masacre, sin ser consciente del uso que estos le iban a dar). Durante el desarrollo de la fiesta habló de su futuro inmediato, de sus planes para el curso próximo en la Universidad de Arizona en Tucson, donde tenía previsto iniciar sus estudios de informática.

El carácter retraído y tímido de este joven se transformaba cuando entraba en contacto con su amigo Eric, hijo este de Wayne Harris, un piloto de las Fuerzas Aéreas que había conocido once destinos diferentes en doce años, siendo los últimos cinco los de Ohio, Michigan, Nueva York, Plattsburgh y otra vez Nueva York, hasta que en julio de 1993,  se asentarían definitivamente en Litlleton.

En el baile de bienvenida que el Instituto ofrecía a sus nuevos alumnos de aquel curso de 1995, Eric Harris acudió con Tiffany Typher, una compañera de clase con la que coincidía en el trayecto que efectuaba el autobús escolar, y a la que una vez celebrado el aludido evento quiso volver a invitar a salir, recibiendo una negativa por respuesta que le hizo reaccionar de una manera un tanto peculiar para un chico de catorce años, escenificando un suicidio en el que tras aparentemente tropezar y golpearse la cabeza con un una enorme piedra, comenzaba a derramar abundantemente, algo viscoso de color y aspecto semejante a la sangre.

Posteriormente escribiría en el anuario de uno de los mejores amigos que tenía en aquella época, Nathan Dykeman, “Nate”, una de las frases que los adolescentes americanos suelen escribir en sus juegos de internet on line, “Ich Bin Got” (Soy Dios), pero que en este caso ya evidenciaba una cierta actitud de rencor hacía quienes le rodeaban. Una conducta que empezaba a mostrar constantes cambios de humor y episodios depresivos y que acabaron por obligarle a acudir, desde mediados del año anterior (1998), a terapia de control de la ira, y que para dicho tratamiento contra la depresión, le había sido recetado un medicamento llamado Luvox.

El martes día 20 de abril ambos estudiantes no acuden a las cuatro primeras horas de sus cursos lectivos, siendo este hecho poco frecuente al ser alumnos puntuales y responsables. En ese lapso de tiempo compran dos bombonas de propano, en dos estaciones de servicio diferentes, la Conoco Gas Station y la Texaco, para no levantar sospechas entre los trabajadores. A unos cinco kilómetros de distancia del Instituto colocan dos mochilas con pólvora para que exploten y funcionen a modo de munición de distracción.

De esta forma, sobre las 11 de la mañana, Eric Harris estaciona su Honda Prelude en el aparcamiento del centro educativo destinado a los estudiantes de penúltimo curso, no ocupando por tanto su habitual plaza asignada, dirigiéndose desde allí a su taquilla nº 624.

Simultáneamente hace lo propio Dylan Klebold, aparcando su BMW 320i en lugar diferente al que suele ocupar y acudiendo a su taquilla, la nº 837. Ambos ya llevaban encima las armas, camufladas debajo de sus vestimentas, que utilizarían al finalizar el recreo de las 11.15 y todo el arsenal de municiones y bombas de fabricación casera.

Depositan dos bolsas deportivas en la cafetería, cada una con los explosivos y la bombona de propano, junto a unas columnas, sin que nadie se percate de ellas, regresando hacía sus coches.

Todo estaba planeado y organizado desde hacía casi un año. Un plan que se activaba al finalizar el recreo, sobre las 11,17, estallando las bombas de propano en la cafetería y causando la muerte de los casi quinientos alumnos que se concentrasen allí. Los heridos y el resto de colegiales asustados huirían hacía el exterior del centro, en donde les aguardarían los dos chicos con su recortada y una metralleta, abriéndoles fuego.

Pero por la razón que fuere las detonaciones previstas no funcionaron, aunque sí lo hicieron sin embargo parcialmente, una de las dos que habían sido colocadas a modo de distracción cerca de Wadsworth Boulevard y que alertó rápidamente a la policía. Los dos estudiantes al comprobar que el plan previsto no ha funcionado decidieron entrar.

Lanzando bombas de tubo hacía distintas posiciones, abren fuego sobre Rachel Scott que fallecerá y Richard Castaldo que consecuencia de recibir ocho impactos de bala, cinco en la columna, perderá la sensibilidad en las piernas, desatándose entonces el desorden y la confusión. Los dos adolescentes fuera de sí siguen disparando sobre todo aquel que se cruza en su camino, matando a:

Daniel Rohrbough de 15, el profesor David Sanders de 47, Kyle Velasquez 16, Dylan Klebold 17, Lauren Townsend 18, Isaiah Shoels 18, Steven Curnow 14, Daniel Mauser 15, Kelly Fleming 16, Cassie Bernall 17, Matthew Kechter 17, y John Tomlin 16.

En el siguiente enlace se puede observar una grabación de estos dos estudiantes realizada durante el mes de diciembre del año anterior de 1998; https://youtu.be/WhdNNnUuTDQ


Para conmemorar mejor un día como hoy, en el siguiente enlace podemos escuchar la canción que el grupo “Celtas Cortos” en su día publicó bajo el título, precisamente 20 de abril https://youtu.be/wGwZ0a-UCIg

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