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‘Ciudadanos: ¿El partido de Mortadelo y Filemón?’ por @JoseSorzano

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Jose Antonio Sorzano Escavy

José Antonio Sorzano Escavy

Foro de Opinión: José Luis Sampedro

 

Siempre digo lo mismo, y cuando me dispongo todo aplicado y docto a escribir, por ejemplo,  sobre los últimos avances de la física cuántica en Corea de Norte, va y me sale de nuevo el partido Ciudadanos con sus próceres y diputados, Juan Córdoba y Emilio Argueso,  a la cabeza, ofreciéndome un titular propio de una película del maestro Berlanga.

      Yo no sé cómo se las arreglan estos chicos Riveristas que, sin ni siquiera saber elaborar un buen pastel de pescado como su jefe, cada vez que se meten en la cocina política montan un cirio de mil pares de pelotas.

      De todos es sabido las trapisondas y enjuagues internos comisionados por esta pareja de mandamases y flor innata del partido naranja; que al parecer poseen toda clase de sazón para manipular internamente el partido, pero que carecen de todo ese rigor  estatutario tan cacareado y publicitado, pero no practicado,  por ese campeón de la ”Regeneración Democrática”, nacido en el castizo barrio barcelonés de la “Barceloneta”, llamado, Albert Rivera. 

     Los enjuagues orgánicos de esta pareja últimamente metidos a espías, conocidos, detectados y hasta publicados  en varios medios nacionales, se han quedado como puros e inocentes juegos de niños,  si a estos los comparamos con la gravedad que puede suponer la supuesta practica de gravar conversaciones a los diputados de otros grupos en sede parlamentaria o Santa Sanctórum  de la soberanía popular, como son las Cortes Valencianas. Máxime, si tenemos en cuenta que Emilio Argueso, en cuyo despacho por lo visto se efectuaron dichas grabaciones, es secretario primero de la Mesa de las Cortes, por otro lado, máxima garante de hacer cumplir las reglas de juego al resto de los diputados pertenecientes a los distintos grupos parlamentarios.

       La gravedad de los hechos ha suscitado, según fuentes de diferentes grupos, que la mayoría de los diputados no quieran coincidir con esta pareja ni siquiera en el mingitorio o lavabos de la Cámara, simplemente por miedo a ser gravados en ese estado de despiste o semi meditación, en que todo el mundo caemos mientras abrimos nuestros  respectivos grifos de la vejiga urinaria, mientras miramos como ausentes fijamente al techo o la pared.

      Yo muchas veces pienso la de historias que hubiese sacado de dicha situación, el mismísimo y genial Paco Ibáñez y sus compañeros en Bruguera Ediciones, Jesús de Cos y Ramón María Casanyes, para su comic estrella de los años 60:  “Mortadelo y Filemón, agentes de información”.

       Si bien toda la información facilitada desde todos los ángulos, señalan a Juan G. Córdoba Cortijo, sub delegado territorial o comisario político del partido naranja en Valencia, como autor junto a sus asesores de las grabaciones sin su conocimiento, al diputado pepero, José Ciscar, uno por mucha imaginación literaria que tenga, le cuesta muy mucho imaginarse al ínclito diputado Córdoba, ejerciendo de Mortadelo, grabando a hurtadillas al pepero Ciscar en el despacho del secretario primero de tan magna institución,  Emilio Argueso, como si de una agencia de inteligencia de «horchateta y fartons» se tratara.

       Después de ver los acontecimientos naranjas acaecidos, sobre todo después de la celebración del congreso Ciudadano de Coslada, donde se dio un viraje de 180 grados en cuando al ser o no ser del partido, a uno ya no le puede extrañar nada de lo que pueda ocurrir internamente o, incluso, en el entorno más próximo de los chicos de Rivera; donde un día se acuestan socialdemócratas y al siguiente se levantan liberales. Donde un día pactan con el Psoe, para al siguiente pactar con el PP. Donde en Andalucía pactan con Susanita, para a su vez pactar en Madrid con Cristina Cifuentes. Todo ello,  en una especie de manual de la Cienciología facilitado por su principal impulsor, Tom Cruise.   

       Esperemos que a esta especie de  comic en que se está convirtiendo el partido naranja, a los Mortadelos y Filemones de las Cortes Valencianas, no le tomen gusto a la cosa, y se les unan también personajes como el profesor Bacterio, Ofelia o el mismísimo Súper. Pues lo único que le faltaba ya a la política valenciana es que en vez de debatir sobre el presente y futuro de nuestra terreta, la casa del Poble se viniera a convertir  en una especie de plató cinematográfico de extremada efervescencia, con el trasiego de Mortadelos, Filemones, lupas, mini cámaras fotográficas y grabadoras de aquí para allá, al más puro estilo de una comedia de los hermanos Marx.

      Y mientras que  los Cordobas, Arguesos, el gandiense Mari,  y demás comparsas se dedican a hacer lo que les da la gana, eso si, siempre con la  bendición y aquiescencia del Sr. Rivera y Cia, en el partido sigue el chorreo o sangría de cargos institucionales públicos y militantes que todos los días solicitan la baja voluntaria, hartos de tanto contubernio “judeo masónico”, como diría D. Francisco, aquel que nos estuvo jodiendo durante más de 40 años.

Dicho lo cual, se aconseja que el ultimo que salga por favor cierre la puerta.

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Cuidar de una madre con Alzheimer: Un viaje de amor y dolor

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Cuidar madre Alzheimer
Cuidar de una madre con Alzheimer: Un viaje de amor y dolor-FREEPIK

En el torbellino de nuestras vidas, donde cada día parece traer consigo nuevos desafíos y responsabilidades, a menudo nos encontramos luchando por equilibrar nuestras vidas personales y profesionales. Pero ¿qué sucede cuando ese equilibrio se ve eclipsado por una realidad implacable? ¿Cómo lidiamos con el impacto emocional y psicológico de ser cuidadores de un ser querido con una enfermedad tan devastadora como el Alzheimer?

Esta es la historia de una periodista apasionada que, entre entrevistas y artículos, se enfrenta a una batalla mucho más íntima: la lucha diaria de cuidar a su madre, quien lenta pero inexorablemente se desvanece en las garras de la enfermedad de Alzheimer.

Para ella, cada día es un viaje emocional plagado de altibajos. Desde los momentos de lucidez y conexión con su madre hasta las dolorosas luchas para recordar quién es ella misma, cada momento está marcado por una mezcla de amor incondicional y dolor impotente. Es una montaña rusa de emociones, donde la alegría y la tristeza se entrelazan en un baile constante.

Su vida como periodista le ha enseñado a mirar más allá de las apariencias y a buscar la verdad en cada historia. Y en este viaje junto a su madre, encuentra una verdad más profunda: la importancia de la empatía, la compasión y el amor incondicional. A medida que navega por los desafíos diarios del cuidado, descubre una fuerza interior que nunca supo que poseía.

Pero no todo son lecciones y momentos de claridad. Hay días oscuros, días en los que el peso del cuidado parece demasiado grande para soportarlo. Días en los que la frustración y la impotencia amenazan con abrumarla. Sin embargo, incluso en esos momentos más oscuros, encuentra consuelo en la gente que la rodea. Amigos y familiares se unen para ofrecer apoyo y comprensión, recordándole a ella y a su hermana que no están solas en este viaje.

A medida que el Alzheimer avanza implacablemente, ella se enfrenta a una dolorosa verdad: la inevitabilidad de la pérdida. Pero también encuentra consuelo en el conocimiento de que el amor trasciende las barreras del tiempo y la memoria. Aunque su madre pueda olvidar su nombre y sus rostros, el amor que sienten el uno por el otro perdura, inquebrantable e indestructible.

La historia de esta periodista es una historia de amor. Un amor que desafía las limitaciones del tiempo y el espacio, un amor que persiste a pesar de las pruebas y tribulaciones. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, el amor es la fuerza que nos sostiene, la luz que guía nuestro camino. El amor que vio crecer en su casa día a día, sin interrupción.

En medio del día a día, es fácil perder de vista lo que realmente importa. Pero esta historia nos recuerda que, en lo que de verdad importa, son las conexiones humanas y los lazos de amor los que nos sostienen en los momentos más difíciles. Y en el poder cuidar de su madre con Alzheimer, encuentra no solo una prueba de su amor, sino también una lección de humanidad y compasión que nunca olvidará.

SRA

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