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Gastronomía

Cómo hacer pan en casa rápido y fácil

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Cómo hacer pan en casa rápido y fácil

Cómo hacer pan en casa rápido y fácil. Pues muy sebcillo, a través de una receta muy sencilla que viene de familia. Es una receta de pan casero muy fácil, ideal para hacer esas tardes de fin semana o vacaciones con nuestros hijos, y cuyo resultado final es muy profesional. No necesitamos maquinaria, aunque es verdad que si tenemos amasadora doméstica o Thermomix es todavía más fácil.

Yo la he hecho a mano porque no dispongo de estos pequeños electrodomésticos y, como veréis, no solo el aspecto, sino también el sabor (esto os lo cuento yo) es espectacular.

Cómo hacer pan en casa rápido y fácil

Ingredientes por orden de necesidad:

320 ml de agua tibia (37-40 grados centígrados)

20 mg de aceite de oliva virgen extra

20-25 gr de levadura fresca.

500 gr de Harina

15 gr de sal (3 cucharadas de café colmadas)

Receta de pan en casa:

Comenzaremos echando el agua tibia y el aceite en un recipiente, yo he utilizado una cazuela de barro para que luego sea más fácil de limpiar. Si previamente hemos tenido la cazuela con agua caliente durante unos minutos, mejor. Se trata de que la masa se mantenga templada durante todo el proceso para que luego suba más (se infle). Batimos los fluidos hasta que consigamos una mezcla homogénea. Si tenemos Thermomix, serían 2 minutos, velocidad 2 y 37ª C.

La levadura

A continuación, añadimos la levadura, que podemos comprarla en cualquier panadería o, en monodosis en tiendas y supermercados. La levadura tiene que estar a temperatura ambiente, por lo que la habremos sacado de la nevera o congelador con la suficiente antelación para que no esté demasiado fría. Si tenemos Thermomix, mezclamos a velocidad 6 durante 15 segundos a 37ª C.

Como veréis en la foto, yo le he echado también 2 cucharadas de orégano, pero podemos añadir en este paso lo que queramos, sed creativos… hierbas aromáticas, media algarroba machacada, aceitunas negras, pipas peladas, mezcla de semillas….

Añadir la harina

Ahora añadimos la harina, yo he utilizado de trigo normal, pero si tenemos de fuerza, conseguiremos un pan aún más esponjoso. También podemos utilizar harina de espelta, integral… o incluso mezclar alguna de ellas a partes iguales con la harina de fuerza o normal. Siempre mantendremos la misma cantidad, 500 gr. Sobre la harina y antes de mezclarla, añadiremos la sal, procurando que no nos toque la levadura en esta primera fase. Lógicamente, cuando mezclemos se juntará con todo, pero es importante que la añadamos encima de la harina y sin esparcirla. Lo amasamos todo hasta que quede una textura homogénea. Podemos añadirle un poco más de harina si vemos que se queda muy pegajosa.

El punto ideal es justo después de que no se te quede pegada a los dedos y la podamos manipular sin que se nos adhiera a las manos, pero no os paséis de harina que si no, se queda el pan muy apretado. Para amasar, podemos espolvorearnos las manos con harina para que no se nos pegue la masa. Con la Thermomix, podríamos la función espiga durante 6 minutos sin temperatura. Una vez acabada, deberíamos de darle la vuelta al vaso y caer en un bloque, si no, pues ya sabéis, un poco más de harina.

Una vez tengamos la masa bien homogénea, le daremos forma de barra de pan, dependiendo del gusto de cada uno, podéis hacer una sola barra o varias, yo he hecho 4 y me han salido de 250 gr cada una, lo que viene siendo un pan de cuarto convencional.

La barra o barras de pan las dejaremos en una bandeja de horno, como a mi me gusta mucho hacer pan en casa, me compré esta en Amazon y va muy bien:

Ahora cubriremos totalmente la barra o barras de pan con trapos o una tela sin que toque el pan. Aquí tenéis que tirar de imaginación para cubrir la bandeja, yo he utilizado una bandeja para comer en el sofá y una sábana, pero el objetivo es el mismo, cubrir el pan sin que la tela lo toque. Lo dejaremos así durante 35-45 minutos dependiendo de la temperatura ambiente. SI la temperatura ambiente es inferior a 24 grados, un truco que me enseño mi madre es ponerle una bandeja de horno, previamente calentada a 80-100 grados debajo de la bandeja del pan y así, conseguimos que se cree un ambiente cálido en la cabaña improvisada que hemos hecho para que fermente el pan. Lo normal es que, al menos, duplique su tamaño y lo ideal es que triplique. Cuanto más suba el pan, más esponjoso estará.

Pasado este tiempo, le haremos unos cortes de medio centímetro de profundidad con un cuchillo muy afilado o una cuchilla, antes de cada corte mojaremos con agua el filo para que deslice más fácilmente por el pan. También podemos pulverizar el pan un par de veces con un vaporizador de agua y espolvorearlo con harina por encima para que quede más chulo. Ya es momento de meterlo en el horno, precalentado a 220 grados y con la función vapor o, simplemente, colocando un cacito con agua dentro para crear humedad durante la cocción.

El tiempo aproximado de cocción son 20 minutos, pero como a cada uno nos gusta el pan de una manera, podemos ir mirándolo por si con 15 minutos ya está a nuestro gusto.

Cuando elaboréis la receta en casa, si se os ocurre algún truco para mejorarla o hacerla más fácil, no dudéis en compartirlo con todos nosotros.

P.D. Hoy he recibido esta amasadora doméstica en casa, me ha costado menos de 30 euros, voy a ver si mañana hago una pizza y os cuento como va y que tal me ha salido.

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VÍDEO| El horno valenciano la Beata Inés se hace viral con sus cruasanes de 4 kilos de peso

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horno la Beata Inés
Noemí Sanz muestra uno de los cruasanes gigantes que se han hecho famosos y virales. EFE/Manuel Bruque

Cullera (Valencia), 16 abr (EFE).- El Horno de la Beata Inés, un negocio familiar situado en Mareny de Sant Llorenç, una pedanía de la localidad valenciana de Cullera, se ha hecho famoso y viral en redes sociales por vender cruasanes artesanales gigantes, que pesan casi cuatro kilos y están decorados con todo tipo de chocolatinas.

El gerente del horno, Moisés Iborra, asegura a EFE que este producto es «la estrella» del local y aclara que, a pesar del volumen del dulce, lo que se prima siempre es la calidad, pues su lema se basa en que los clientes «vuelvan», algo que solo se consigue si el producto es bueno.

Iborra pertenece a la quinta generación de panaderos de la familia y en la actualidad regenta esta empresa, que cuenta con 40 empelados y en la que trabajan sus padres y hermanos. Incluso sus hijos empiezan a ser panaderos porque, según dice, «esto es como los futbolistas, que desde pequeños tienen que estar ahí».

 

El horno la Beata Inés

«Somos panaderos de toda la vida», afirma para añadir que la idea de hacer un cruasán tan grande surgió casi por casualidad hace unos once o doce años, y se ha convertido en lo más demandado de este horno.

El motivo es, a su juicio, que detrás de este producto está la «ilusión» de quien lo compra por sorprender a su familia o a sus amigos, en un momento en que es «muy difícil sorprender a la gente».

Además, considera que es un producto «accesible» para todo el mundo, pues uno de estos cruasanes cuesta 8,99 euros.

El sabor más demandado es el de chocolate blanco y negro, pero también se pueden encontrar muchas otras variedades, como la de pistacho o kinder.

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