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TIPS| Cómo afrontar la vuelta al trabajo después de las vacaciones

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Las vacaciones de verano ayudan a recuperar la energía, liberar el estrés, mejorar la salud y el bienestar; y optimizar las relaciones personales. Sin embargo, no son infinitas. La vuelta al trabajo puede desembocar en el llamado  ‘síndrome o depresión postvacacional‘ si no conseguimos adaptarnos a la vida cotidiana.

La situación personal y el entorno de trabajo son los factores más decisivos a la hora de sufrir estos síntomas, añadido por la crisis sanitaria que se vive actualmente.

Cómo afrontar la vuelta al trabajo después de vacaciones

Existen diversas medidas a seguir, tanto durante el primer día de incorporación, como antes y durante las vacaciones, para prevenir o combatir el síndrome postvacacional:

  • No cargarse de trabajo el primer día. Hay que tomarse tiempo para ponerse al día de lo que se dejó pendiente antes de las vacaciones y de lo ocurrido mientras se estaba fuera. Es recomendable marcarse objetivos y una línea de trabajo para la primera semana de incorporación.

 

  • Planificar actividades de ocio. Retomar el contacto con los amigos y familiares a los que no se ha visto durante la época de descanso puede ayudar en la adaptación. También organizar actividades de ocio y no dedicarse exclusivamente al trabajo. Hay que pensar que el calendario laboral está plagado de festivos, fines de semana e incluso días libres.

 

  • Mejorar aquello que no nos guste en el trabajo. La reincorporación puede servir como un punto de inflexión para establecer una serie de «propósitos» que ayuden a mejorar aquello que no sea de nuestro agrado (jefe despótico, compañeros con los que no hay buena relación, actividades monótonas….). Si es este el caso, se puede intentar establecer flujos de comunicación fluidos con el resto de la plantilla, hacer que nuestro punto de vista sea escuchado o estrechar lazos con el resto de compañeros.

 

  • Buena alimentación y practicar deporte. Son dos aspectos imprescindibles a la hora de volver al trabajo en septiembre. Se debe moderar, sobre todo, el consumo de alcohol y cafeína, ya que pueden agravar los síntomas de apatía, depresión y estrés. El deporte, por su parte, hace que se liberen endorfinas, lo que provoca que el estado de ánimo mejore y la inapetencia se reduzca.

 

  • Dejar los deberes hechos antes de nuestra marcha. No sólo para contribuir a una vuelta más efectiva, también para evitar molestias durante nuestra ausencia. A este respecto, debemos intentar no marcar citas importantes justo después de la vuelta y procurar dejarlo casi todo cerrado.

 

  • No cogerse periodos vacacionales muy largos. Es preferible dividirlos a lo largo del verano para que la vuelta sea menos abrupta y planificar las vacaciones teniendo en cuenta el flujo de trabajo de la oficina y los días libres de los clientes para no encontrarnos sorpresas a la vuelta.

 

  • Disfrutar al máximo las vacaciones. Viene bien tenerlo todo bien planeado, pero también es conveniente realizar actividades no programadas. Aprovechar el tiempo de descanso es imprescindible para evitar la frustración de haber desperdiciado los días libres, y para desconectar lo suficiente y volver con las ‘pilas cargadas’.

 

  • Planificar el regreso con tiempo. No se debe cometer el error de volver de vacaciones el día de antes. Es recomendable incorporarse al trabajo, al menos, un par de días después de regresar de viaje para que dé tiempo a retomar rutinas: poner en orden el hogar, recuperar horario y horas de sueño habituales, recapitular lo que hemos dejado pendiente revisando nuestra agenda…

 

  • Tomarse la vuelta con filosofía. Concebir el retorno a la rutina laboral como algo negativo, sacrificado u obligado es el primer error. Es necesario ver el trabajo como algo positivo y saber que nos podemos ir de vacaciones gracias a que tenemos un trabajo. La respuesta está en tomarse el primer día como una jornada laboral más, tener en cuenta que ocupa únicamente una tercera parte del día y ser conscientes de que tenemos tiempo para todo: ocio, trabajo y descanso.

 

No obstante, el ‘síndrome o depresión postvacacional’ es pasajero. En cuanto estemos situados en la rutina, los síntomas desaparecerán. No hay que desesperarse y si se siguen los consejos mencionados su superación será mucho más fácil. Si los síntomas de depresión o estrés se perpetúan más allá de unos quince días es recomendable consultar con un médico, puesto que podría aparecer un verdadero síndrome de ansiedad generalizada o estrés crónico que requeriría un tratamiento más específico.

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Estos son los beneficios de vivir en un pueblo

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pueblo más bonito Comunitat Valenciana

Explorando los Encantos Rurales: Beneficios de Vivir en un Pueblo

En un mundo cada vez más urbanizado y conectado, la vida en un pueblo puede parecer anacrónica para muchos. Sin embargo, estos rincones de tranquilidad y comunidad ofrecen una serie de beneficios que las bulliciosas ciudades a menudo no pueden igualar. Desde la serenidad de los paisajes naturales hasta la conexión interpersonal más auténtica, aquí exploramos por qué vivir en un pueblo puede ser una elección gratificante.

1. Tranquilidad y Naturaleza

Los pueblos suelen estar rodeados de impresionantes paisajes naturales, desde colinas ondulantes hasta densos bosques y ríos serpenteantes. La tranquilidad que proporciona este entorno natural es invaluable para aquellos que buscan escapar del estrés y el ajetreo de la vida urbana. Respirar aire fresco y disfrutar de la serenidad de la naturaleza puede tener un impacto positivo en la salud mental y emocional.

2. Comunidad y Conexión Personal

En un pueblo, la comunidad es más que una palabra; es una realidad tangible. Las relaciones interpersonales son más cercanas y significativas, ya que los residentes suelen conocerse entre sí y se apoyan mutuamente en tiempos de necesidad. Los lazos comunitarios más fuertes pueden generar un sentido de pertenencia y seguridad que es difícil de encontrar en entornos urbanos más grandes y anónimos.

3. Costo de Vida y Calidad

En general, los costos de vida en los pueblos tienden a ser más bajos que en las ciudades. Los precios de la vivienda, la alimentación y otros gastos cotidianos suelen ser más asequibles, lo que puede permitir a los residentes disfrutar de una mejor calidad de vida con menos presión financiera. Además, en muchos pueblos, las distancias más cortas y la menor congestión vehicular pueden traducirse en menos tiempo perdido en desplazamientos y más tiempo para disfrutar de la vida.

4. Estilo de Vida Más Relajado

La vida en un pueblo a menudo sigue un ritmo más lento y relajado. Las prisas y el estrés asociados con la vida urbana disminuyen, lo que permite a los residentes tomarse el tiempo necesario para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Desde paseos tranquilos por el campo hasta tardes tranquilas en la plaza del pueblo, la vida en un entorno rural puede ofrecer una sensación de calma y serenidad que es difícil de encontrar en la vorágine de la ciudad.

5. Valor Cultural e Histórico

Los pueblos suelen estar impregnados de historia y cultura, con edificios antiguos, tradiciones arraigadas y una rica herencia que se remonta a siglos atrás. Esta conexión con el pasado puede ofrecer una sensación de arraigo y pertenencia a los residentes, así como oportunidades para explorar y aprender sobre la historia local y las tradiciones únicas de la región.

Contrastando con la Vida Urbana

Aunque los pueblos ofrecen una serie de beneficios atractivos, es importante reconocer que no son para todos. Las ciudades tienen sus propias ventajas, como una mayor diversidad cultural, una amplia oferta de entretenimiento y oportunidades profesionales. Además, algunas personas prefieren el ritmo acelerado y la emoción constante de la vida urbana.

En última instancia, la decisión de vivir en un pueblo o una ciudad depende de las preferencias individuales y las necesidades de cada persona. Para algunos, la tranquilidad y la conexión comunitaria de un pueblo son invaluables, mientras que para otros, el bullicio y la diversidad de la ciudad son irresistibles. Lo importante es encontrar el entorno que mejor se adapte a tu estilo de vida y te haga sentir más feliz y realizado.

 

 

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