El acusado, de nacionalidad rumana, cometió estos abusos entre 2012 y 2016, durante el tiempo en el que convivió con su familia en una localidad del interior de la provincia de Valencia, según detalla el fiscal en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso EFE.

Los hechos comenzaron en 2012 cuando, según relata el Ministerio Público, el procesado aprovechaba que su mujer y madre de la niña pasaba las noches fuera de casa, ya que trabajaba como cuidadora de una persona mayor, para llevar a la víctima a su habitación y mantener relaciones sexuales con ella.

Añade la acusación pública que el hombre le hacía ver películas pornográficas.

Estos hechos, añade la calificación fiscal, han provocado en la víctima una sintomatología ansioso-depresiva que persiste hasta hoy.

La Fiscalía le considera autor de los delitos continuados de abuso sexual y exhibicionismo y provocación sexual, y pide para el acusado sendas penas de 12 y 1 año de prisión.

También reclama una orden de alejamiento respecto de la menor durante trece años, libertad vigilada tras el cumplimiento de condena durante diez años, así como la privación de la patria potestad y la inhabilitación para desarrollar cualquier oficio relacionado con menores durante diecisiete años.