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Un empresario anónimo paga el avión medicalizado a Óliver, un niño con cáncer, para operarse en España

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anonimo paga avion niño con cancer
Imagen: Aspanion ARCHIVO

“Tú dime a quién tengo que hacerle el pago. No te preocupes por el dinero, a mí me va bien y no hay nada mejor en lo que yo pueda gastarlo”, esas fueron las palabras que un donante anónimo dijo al padre de Óliver.

Óliver tiene dos años y medio y hace unas semanas le diagnosticaron un cáncer en el cerebro. En México, donde vive, los médicos no se atreven a intervenirlo. Mientras que en España, el Hospital Sant Joan de Deu se ha ofrecido a hacerlo pero sus padres no tienen dinero para el viaje.

En ese momento es cuando un empresario anónimo les contacta para ayudarles y les ha pagado el avión medicalizado. Hoy Oliver debe partir con su madre hacia Barcelona.

Ha explicado que quiere ayudarles porque tiene un hijo de su edad.

Óliver tiene un cáncer incurable, solo puede alargar su vida

El cáncer de Oliver no se puede extirpar por completo porque está pegado al tallo cerebral. Solo se puede quitar una parte para alargarle la vida. Tampoco tiene cura total. En el Hospital Sant Joan de Deu, Barcelona, le han asegurado que podrían extirparle en torno a un 70 u 80%, aunque también podría quedarse en un 40. “Hasta que no le hagan tac o resonancia, no sabrán”, ha explicado Alejandro, natural de Málaga y padre de Oliver, al diario El Mundo.

El empresario movió cielo y tierra para dar con ellos cuando conoció la enfermedad de Oliver a través de los medios de comunicación. Ha pagado los 196.000 euros que cuesta el avión medicalizado para traer al niño, que hoy parte desde Cancún con su madre, Lena. El padre vuela a España en un avión comercial con todas sus pertenencias. Dejan México para vivir en Barcelona.

La vida de Óliver depende de esa operación

Oliver tiene que llegar a España ya. “El martes era nuestra fecha tope; si llegábamos más tarde, ya podía ser demasiado tarde. Cada día es vital”, explica el padre.

“Me despertó mi hermano” –que vive en España- “con la noticia. Yo, que llevaba dos noches sin dormir, ni me lo creía”, confiesa el padre de Óliver al otro lado del teléfono al citado diario. “Fue una llamada en tono de confianza, como si fuéramos amigos de toda la vida”.

El donante, asegura Alejandro, solo le ha pedido una cosa, la factura del avión medicalizado para no tener problemas con Hacienda.

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¿Qué pasa si Sánchez dimite? ¿Quién sería el presidente? ¿Habría nuevas elecciones?

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¿Qué pasa si Sánchez dimite?
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez- Foto: CONGRESO
¿Qué pasa si Sánchez dimite? La posibilidad de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, renuncie al cargo abre un escenario incierto con muchas incógnitas pero que en su mayoría tienen respuesta en la Constitución y la ley electoral.

¿Qué pasa si Pedro Sánchez dimite?

El artículo 101 de la Constitución Española tiene previsto el escenario de una dimisión o fallecimiento del presidente del Gobierno o de una pérdida de confianza parlamentaria, como podría ser una moción censura.

“El Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales, en los casos de pérdida de la confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento de su Presidente”, reza la Carta Magna.

En este caso, la dimisión del jefe del Ejecutivo conllevaría que todo el Gabinete continuaría en funciones hasta que se nombre un nuevo presidente del Gobierno.

Ello significa que el Gobierno estaría limitado en sus atribuciones, sin capacidad para legislar, al igual que sucede pasadas las elecciones generales y antes de elegir al nuevo Gobierno.

¿Quien nombraría al nuevo presidente?

El Congreso sería el encargado de elegir a un nuevo presidente en un proceso idéntico al de las investiduras que se celebran tras unas elecciones generales.

El rey haría una ronda de consultas con los portavoces de los partidos con representación en la Cámara Baja y tras escuchar sus opiniones designaría un candidato.

Fue lo que ocurrió en 1981 cuando dimitió Adolfo Suárez. Su partido, UCD, propuso a Leopoldo Calvo-Sotelo como su sucesor, y tras un debate de investidura, interrumpido en su votación por el intento de golpe de Estado del 23F, fue elegido presidente por el Congreso.

En esta hipótesis, el candidato designado por el rey para suceder a Pedro Sánchez se sometería a un debate de investidura y para ser elegido debería recibir el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso en primera votación o más síes que noes en segunda.

Si el candidato no lograra ser investido, arrancaría un plazo de dos meses en el que nuevos candidatos propuestos por el rey pueden optar a la Presidencia. Si tras estos dos meses ningún candidato consigue la confianza del Congreso las Cortes se disuelven de forma automática y se convocan nuevas elecciones generales.

¿Puede Pedro Sánchez convocar elecciones?

La respuesta es no, de momento. En el caso de que Pedro Sánchez no decida renunciar este lunes, fecha que ha fijado para anunciar su decisión, debería esperar, como pronto hasta el próximo 31 de mayo, para convocar elecciones generales.

La ley impide que el presidente disuelva las Cortes antes de que pase un año de la anterior disolución. Solo desde entonces podría aprobar el decreto de disolución y convocatoria de elecciones, que se celebrarían pasados 54 días.

Ello llevaría las elecciones a las últimas semanas del mes de julio. La ley no establece que tengan que celebrarse en domingo, pero si así fuera, lo más probable es que se fueran al 28 de julio.

¿Y si Sánchez decide someterse a una cuestión de confianza?

Otra posibilidad es que Pedro Sánchez no renuncie a su cargo, pero decida por contra presentar una cuestión de confianza.

Se trata de un instrumento político del que dispone el presidente del Gobierno para afrontar una situación de debilidad frente al Parlamento que le ha elegido y mediante el cual el Gobierno pide al Congreso el respaldo a su política.

La Constitución, en su artículo 112, establece que el presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros, puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general. La confianza se entenderá otorgada cuando vote a favor de la misma la mayoría simple de los Diputados.

Según establece el Reglamento del Congreso, el debate se desarrolla con el mismo formato que las sesiones de investidura. La confianza se entiende otorgada cuando obtenga el voto de la mayoría simple de los Diputados.

Si Sánchez no obtuviera la confianza del Congreso, ocurriría igual que si hubiera dimitido y se iniciaría el proceso para investir a un nuevo presidente, con consultas del rey y un nuevo debate de investidura.

De nuevo, y como en el caso de las investiduras fallidas tras unos comicios generales, el artículo 172 del Reglamento del Congreso fija que si transcurren dos meses y ningún candidato consigue la confianza del Congreso, el presidente de la Cámara someterá a la firma del Rey el decreto de disolución de las Cortes Generales y de convocatoria de elecciones.

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