Jordi Sanchis
Dolorosa derrota del Valencia para culminar una temporada nefasta. El Villarreal acabó pasándole por encima y constató de nuevo que la hegemonía autonómica la tiene ganada desde hace unas temporadas. Los valencianistas acaban 12º, en tierra de nadie, con el dudoso honor de haber salvado la categoría como único logro, frente a la quinta plaza de los amarillos, que les da acceso a jugar la Europa League sin necesidad de disputar eliminatorias previas. Fracaso frente a éxito, no caben los subterfugios.
Los prolegómenos estuvieron cargados de emotividad. El entrenador del Valencia fue ovacionado en su despedida. Lo ascendieron por enésima vez al cargo de primer entrenador para evitar que el equipo cayera al pozo de la Segunda, y lo ha conseguido con solvencia. Un 10 para Voro, para él sí. El respetuoso homenaje al desaparecido Jesús Barrachina y el morbo de saber que Marcelino, ex de los visitantes, ocupará el banquillo de Mestalla, completaron los momentos previos al encuentro.
Pero en todas partes aparece un aguafiestas que lo fastidia todo, y ese fue Santos. No había transcurrido ni un minuto y el central brasileño, centro de las iras de la afición toda la temporada, se marcó una frivolidad dentro del área que acabó con gol de Soldado. 0-1. La desafortunada acción -vamos a llamarlo así- le valió la pitada constante en cada balón posterior que tocaba, y coloca su nombre ya en mayúsculas y negrita en la lista de bajas. Se lo ha currado.
A pesar del palo recibido, los locales disputaron una muy buena primera parte, con acoso constante sobre la portería del Villarreal. Bien comandados por Parejo, los valencianistas combinaron a la perfección. Entraron por ambas bandas y por el centro, y comenzaron a acumular ocasiones, pero también a coleccionar fallos. Las más claras fueron para Parejo y Gayà, pero en ambos casos el portero Andrés Fernández evitó el gol.
En la reanudación cambió la decoración por completo. El conjunto castellonense ya no sufría tanto y pasó a controlar el medio del campo. Soler, obligado a realizar tareas defensivas, no brilló como nos tiene acostumbrados, y el Valencia se descompuso poco a poco. Soldado y Bakambu avisaron de que el segundo podía llegar en cualquier jugada, aunque quien marcó para igualar fue el equipo de Voro. Gran centro de Rodrigo e impecable cabezazo de Nani para establecer la igualada. 1-1. Un espejismo.
El Villarreal seguía dominando y no tardó en marcar el 1-2. Dos Santos cede para Trigueros que ejecuta a Jaume. A pesar de un intento de Zaza por empatar de nuevo, el partido ya era amarillo y con la sensación que el tercero podía llegar… y llegó. Sansone estableció el 1-3 en medio del hundimiento físico y moral de los valencianistas, y certificaba así la merecidísima clasificación europea para los suyos.
El Valencia va a la deriva. La entidad está perdida, navega sin rumbo. Es hora de tomar decisiones y de acertar, que ya son dos años sin dar una a derechas. Ya no vale eludir responsabilidades ni pretender que el club y su entorno siga adormilado, porque la vida pasa y el valencianismo merece mucho más. En esta última crónica de la temporada no puede faltar mi ¡Gracias, Voro!, ni dejar patentes mis intenciones para la 17/18, porque amenazo con volver.
Valencia CF: Doménech, Montoya (Munir, min 70), Santos, Mangala, Gayà, Carlos Soler, Parejo, Cancelo, Rodrigo (Santi Mina, min 80), Nani (Bakkali, min 86), Zaza
Villarreal CF: Andrés Fdez, Mario, Dos Santos, Soldado (Adrián, min 68), Jaume Costa, Álvaro, Trigueros, Bakambu (Rodrigo, min 87), Soriano (Sansone, min 74), Bruno, Bonera
Goles: 0-1, Soldado, min 1; 1-1, Nani, min 55; 1-2, Trigueros, min 58; 1-3, Sansone, min 88
Árbitro: El colegiado Fernández Borbalán amonestó a Zaza y Parejo por parte del Valencia CF y a Jaume Costa y Bakambu por parte del Villarreal CF.
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