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Los ‘millennials’ practican menos sexo que sus padres y abuelos

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No todo puede ser ‘mejor’, entre comillas. Los millennials, jóvenes (y no tan jóvenes) que cumplieron su mayoría de edad en torno al cambio de siglo, no han mejorado los números de sus antecesores en cuanto a la sana práctica del sexo. Es más, ellos lo practican bastante menos que sus padres, entre otras cosas, porque las nuevas generaciones viven menos en pareja y, por tanto, practican el sexo de forma más esporádica. No obstante, los que no vivían en pareja mantuvieron esa cadencia de resultados. El tema es que, por número, son más los que viven sin pareja ahora que los que convivían hace una década

«Los adultos estadounidenses tuvieron relaciones sexuales alrededor de nueve veces menos al año a principios de los años 2010 en comparación con finales de los años noventa», dice el informe realizado en Estados Unidos y, por tanto, sobre datos de los ciudadanos de aquel país. Se trata de una macromuestra, tanto por el número de encuestas realizadas, un total de 26.620, como por el tiempo en que se ha desarrollado el estudio, en la etapa comprendido entre 1989-2014.

También, el estudio permitió segmentar a la población por otros conceptos, como la edad o los hábitos, aunque en todos los casos los resultados fueron muy similares. Por ejemplo, la frecuencia disminuía entre aquellos que veían menos pornografía o los que superaban el medio siglo: » La disminución de la frecuencia sexual fue similar en todos los sexos, raza, región, nivel educativo y situación laboral y fueron mayores entre los de 50 años, los que tenían niños en edad escolar y los que no veían pornografía»

En definitiva que el equipo de investigación americano, recogido por al prestigiosa publicación Archives of Sexual Behavior, los millennials o la generación que les sucede (los Z), que son los grandes protagonistas de los estudios de mercado y objetivo principal de las empresas, son menos activos sexualmente que los nacidos en la década de los 60 y los 70 del pasado siglo.

«La edad tuvo un fuerte efecto sobre la frecuencia sexual: los americanos en sus 20 años tenían relaciones sexuales un promedio de 80 veces al año, en comparación con alrededor de 20 veces al año para los de 60 años. Los resultados sugieren que los estadounidenses están teniendo relaciones sexuales con menos frecuencia debido a dos factores principales: Un número creciente de individuos sin una pareja estable o matrimonial y una disminución de la frecuencia sexual entre los que tienen parejas».

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El anuncio de Kate Middleton sacude al mundo: ¿qué impacto tendrá en la conciencia del cáncer?

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Kate Middleton enfermedad
Kate Middleton, princesa de Gales.INSTAGRAM

El anuncio reciente de que Kate Middleton está librando una batalla contra el cáncer ha resonado en todo el mundo. Esta revelación ha trascendido las fronteras de la realeza para convertirse en un símbolo de esperanza y valentía para millones de personas que luchan contra esta enfermedad devastadora. Sin embargo, la decisión de no especificar el tipo de cáncer que enfrenta ha provocado especulaciones y debates sobre la transparencia en el Palacio de Kensington.

Primero y ante todo, la importancia de la declaración de Kate Middleton radica en su capacidad para generar conciencia sobre el cáncer y destigmatizar la conversación en torno a esta enfermedad. Al ser una figura pública tan influyente, su decisión de compartir su propia experiencia con el cáncer envía un mensaje poderoso de solidaridad y empatía hacia todos aquellos que están luchando contra esta enfermedad. Su valentía al hablar públicamente sobre su diagnóstico no solo inspira a otros pacientes, sino que también ayuda a desmitificar el cáncer y fomentar una conversación abierta sobre la salud y el bienestar.

El derecho a preservar su privacidad

Además, la decisión de la Princesa de Gales y su equipo de comunicación de no revelar el tipo específico de cáncer que enfrenta, plantea importantes cuestiones sobre la privacidad y la protección de la intimidad de los pacientes. Aunque es comprensible que el público pueda estar interesado en conocer todos los detalles sobre la enfermedad de la futura reina, es fundamental respetar su derecho a la confidencialidad médica. Es importante recordar que el cáncer es una enfermedad extremadamente personal y que cada paciente tiene derecho a manejar su diagnóstico de la manera que considere más adecuada para ellos y sus seres queridos.

La decisión de no especificar el tipo de cáncer que enfrenta Middleton responde, en gran medida, a la necesidad de preservar su privacidad médica y evitar que se saquen conclusiones precipitadas o incorrectas. En un contexto donde la información puede ser fácilmente distorsionada o malinterpretada, la discreción sobre los detalles específicos de su diagnóstico protege tanto a la paciente  como a aquellos que podrían identificarse con su situación. Mantener la confidencialidad sobre el tipo de cáncer también contribuye a desalentar la proliferación de rumores infundados y garantiza que el enfoque se mantenga en el mensaje de esperanza y concienciación que ella busca transmitir en su lucha contra la enfermedad.

Kate: un símbolo de esperanza

En última instancia, el anuncio de la batalla de Kate Middleton contra el cáncer es un recordatorio conmovedor de la vulnerabilidad compartida de la humanidad y la importancia de la compasión y el apoyo mutuo en tiempos de adversidad. Su valentía al enfrentarse a esta enfermedad pública y su compromiso con la concienciación sobre el cáncer son un faro de esperanza en medio de la oscuridad. Aunque las especulaciones sobre los detalles específicos de su diagnóstico pueden persistir, lo más importante es reconocer y celebrar la fortaleza y la resiliencia de Kate Middleton en su lucha contra esta enfermedad devastadora.

Nuevo comunicado de los Príncipes de Gales

La noticia de la operación de Kate Middleton ha pillado a todos por sorpresa, pues se desconocía que la princesa sufriera algún tipo de dolencia. Como era de esperar, las teorías no se han hecho esperar y, para tratar de acallar habladurías, Palacio ha negado que se trate de algo relacionado con cáncer.

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