Jordi Sanchis

Cuando parecía que no había futuro, que todo en este Valencia que como club y como equipo iba a la deriva estaba perdido, apareció él. La irrupción de Carlos Soler en el fútbol de élite ha sido por las bravas, ganándose la titularidad de un día para otro y demostrando que ha llegado para quedarse y para convertirse en un gran futbolista. Su golazo, su capacidad para mandar y su compromiso lo convierten en la gran revelación de la temporada y, junto a Lato, la constatación de que sí, hay vida y hay futuro. En el sentimiento, en la casa está la solución.

Dos partidos consecutivos en Mestalla y dos triunfos, seis puntos y seis goles a favor que alejan los fantasmas del descenso. Salió intenso el conjunto local y se volcó desde el principio sobre la porteria rival. 5 córnes en 10 minutos teñían de color blanquinegro un inicio de encuentro explosivo. Parejo rozó el gol, pero el balón no quiso entrar. Y el Celta, sin merecerlo, se adelantó en el marcador al aprovechar Cabral una mala salida de Alves y la pasividad de toda la defensa. 0-1, y a remar.

Comenzaba otro partido distinto, en el que dominaban los celestes, que conocen como nadie las debilidades de este Valencia. En plena zozobra, el pie de Alves evitó que Aspas dejara todo casi resuelto. Fue el punto de inflexión, de nuevo los de Voro tomaron el mando. Zaza pudo empatar, pero la gran aportación del delantero italiano fue su excelente taconazo para Cancelo, que se ganó el perdón de Mestalla con su partidazo y con la asistencia a Parejo para el 1-1. El centrocampista madrileño completó otro buen partido coronado con el gol.

El segundo tiempo arrancó con un Valencia algo dormido, pero una ruleta de Soler en el centro del campo despertó a sus compañeros y a los propios aficionados. El canterano tomó definitivamente las riendas del equipo. Carlos se agrandó y lanzó a los suyos hacia la victoria. Cancelo y Soler coquetearon con el segundo, pero para culminar la remontada tenía que entrar al campo otro jugador de la escuela. Antonio Latorre saltaba al campo tocándose varias veces el escudo, y en su primer contacto con la pelota asistió a Munir para que rematara a placer y colocara el 2-1 en el marcador. El magnífico pase filtrado a Lato fue de un Enzo que creció con el paso de los minutos.

El mismo Munir perdonó el tercero antes de que Fernández Borbalán inventara un penalti tras el evidente piscinazo de Aspas ante Soler. Aspas lo trasnsformó en el 2-2. Inexistente la pena máxima e injusta la igualada momentánea. Los valencianistas no se vinieron abajo ni se conformaron. Tocaron arrebato y fueron a por los tres puntos, y lo consiguieron.

A 5 minutos para el final, gran conducción de Enzo que profundiza para Soler, quien ante la salida de Sergio se saca de la chistera una vaselina que puso en pie a la afición valencianista. 3-2. ¡Golazo! Carlos no tiene límites y representa la esencia de lo que tiene que ser el futuro Valencia.

Merecido. Ganó el que más lo buscó guiado por un Soler excelso que marca el camino a seguir. No hay lugar a la duda. El proyecto de la entidad debe pasar por futbolistas comprometidos, que sientan los colores y tengan como gran objetivo en su carrera triunfar en el equipo en el que se han criado futbolísticamente. Lim, toma nota.

3. Valencia CF: Diego Alves, Cancelo, Garay, Mangala, Siqueira (Lato, m. 66), Enzo, Parejo, Carlos Soler, Orellana (Medrán, m. 86), Munir y Zaza (Santi Mina, m. 70).

2. Celta: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny, Wass (Rossi, m. 74), Radoja, Tucu Hernández, Iago Aspas, Beauvue (Hjulsager, m. 74) y Bongonda (Jozabed, m. 65).

Goles: 1-0. M. 16: Cabral. 1-1. M. 37: Parejo. 2-1. M. 67: Munir. 2-2. M. 80: Iago Aspas de penalti. 3-2. M. 85: Carlos Soler.

Árbitro: Fernández Borbalán (comité andaluz). Amonestó a Orellana del Valencia CF, y a Bongonda del Celta.