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Salud y Bienestar

Virus del Papiloma Humano (VPH): ¿Tengo cáncer?, ¿Quién me lo ha pegado?, por la Dra. Isabel Ramírez

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oms alerta esterilidad

Dra. Isabel Ramírez

¿Qué significa tener una infección por el virus del papiloma? ¿Qué es el HPV?

Los VPH (Virus del Papiloma Humano) son virus que sólo afectan al ser humano y se han descrito mas de 100 tipos, de los que unos 40 afectan a la zona genital y/o anal.

Se clasifican en tipos de alto y de bajo riesgo de producir cáncer:

  • Los tipos de bajo riesgo oncológico, (VPH 6 y el  11) que generalmente se asocian a lesiones de bajo riesgo y verrugas genitales (condilomas acuminados).
  • Los tipos de alto riesgo oncológico (VPH 16 y 18 los más frecuentes), que se asocian a lesiones precancerosas y que pueden evolucionar a cáncer muy lentamente (unos 10 años). Los cánceres más frecuentes son el de cuello de útero y mucho menos frecuente el de ano y pene.

Son virus muy comunes, se estima que el 80 % de la población, van a contraer uno o varios de los tipos de VPH a lo largo de sus vidas, esto no significa que todos vayan a desarrollar la enfermedad, esto solo ocurre en un pequeño porcentaje  que la desarrolla en forma de verrugas o de lesiones precancerosas (displasias), depende del tipo de virus. La mayor parte de los individuos  no saben que lo han tenido, porque es asintomático y la infección desaparece sin dejar secuela.

¿Quién me lo ha pegado? ¿Cómo se transmite?

Todos los VPH se transmiten por contacto piel a piel, y se transmite con mayor frecuencia durante las relaciones sexuales vaginales y  anales, se acepta la transmisión por sexo oral (el riesgo parece ser mínimo). Puedes haber contraído el virus y este permanecer latente durante años y en un momento en el que concurren varios factores favorecedores, se desarrolla la enfermedad. Por este motivo es muy difícil saber cómo se produjo el contagio.

El VPH puede transmitirse incluso cuando la persona infectada no presenta signos ni síntomas.  La incidencia de infección genital por VPH, sufre un incremento en la edad de inicio de las relaciones sexuales. La gran mayoría de las infecciones genitales por VPH nunca causan síntomas, y son aclaradas por el sistema inmune en pocos meses.

¿Qué síntomas produce?

En la mayor parte de los casos son asintomáticas y sobre todo en mujeres jóvenes (menores de 25 años) debido a su inmunidad, la infección es temporal y se cura sola en un alto porcentaje de casos. El 70 % de las infecciones desaparecen en 1 año y el 90 % en 2 años.

Las manifestaciones clínicas son:

  • Verrugas genitales, las producen tipos de VPH de bajo riesgo (no cancerígenos). Solo en un pequeño porcentaje de los casos en los que se produce la infección por estos tipos de bajo riesgo, se produce la enfermedad y  se manifiesta como verrugas que crecen en forma de racimos o con aspecto de coliflor alrededor de ano, labios mayores y menores y entrada o introito de la vagina, pene, uretra, escroto, testículos, ingles y/o en la cara interior de los muslos. El síntoma más frecuente picor, seguido de leucorrea (flujo) e incomodidad. Estas verrugas se pueden tratar aunque pueden volver a aparecer si el virus no ha sido eliminado totalmente por el sistema inmunológico.
  • Lesiones precancerosas. En un 5% de los casos, las infecciones por virus de alto riesgo oncológico, persisten muchos años y pueden causar lesiones que pueden evolucionar a cáncer (Suponen el 15% de los canceres de la mujer en países desarrollados). Los VPH de alto riesgo oncológico,  puede causar cáncer de cuello uterino y otros cánceres: como el de vulva, vagina, pene o ano. También, aunque mucho menos frecuente,  puede causar cáncer en la parte de atrás de la garganta, como en la base de la lengua y las amígdalas (cáncer oro-faríngeo). Este proceso normalmente lleva entre 5 y 10 años, dando muchas oportunidades a la detección y el tratamiento de las lesiones precancerosas, a menudo con altas tasas de curación. Las lesiones de bajo grado solo necesitan seguimiento, porque la mayor parte de las veces regresan solas y las de alto grado hay varias formas de tratarlas. Cada caso deberá ser consultado con el médico.

¿Cómo prevenirlo?

Existe una vacuna. Concretamente hay tres tipos de vacunas. La más reciente cubre 9 tipos de VPH,  cubre los tipos que más frecuentemente producen las verrugas y las lesiones precancerosas.

Las mujeres, entre 25 y 65 años, deben realizarse una citología del cuello del útero y después de dos negativas (sin lesiones, células sanas), una cada 3 años. Si la citología es anormal, hay que hacer controles o tratar si es necesario. Esto lo decidirá el profesional sanitario.  Pueden usarse los test de detección de VPH, detección del virus por técnicas de biología molecular.

¿El condón me protege? En caso de infección ¿Tengo que usarlo con mi pareja habitual?

El preservativo masculino reduce la posibilidad de transmisión del VPH (hasta en un 60%), pero no es 100% efectivo porque no cubre todas las áreas que puedan estar afectadas. El preservativo puede dañarse con las cremas que se usan para el tratamiento de los condilomas acuminados.

Si tienes VPH, tu pareja habitual tendrá tu mismo serotipo, por lo que no es necesario usar preservativo por esta razón si no tenéis otras parejas. (Recuerda: tener el virus no es tener la enfermedad).

RESUMEN

  • Los VPH son muy frecuentes, afectan al ser humano, se transmiten por contacto piel a piel
  • La mayor parte de las veces las infecciones son asintomáticas y desaparecen sin dejar secuela
  • Los que persisten:
    • Los tipos de VPH de bajo riesgo producen condilomas acuminados, los de alto riesgo lesiones precancerosas.
  • Se previenen con la vacunación y las mujeres con citologías seriadas.
  • El preservativo disminuye la transmisión y no es necesario usarlo por este motivo con la pareja habitual.
  • Los condilomas se tratan, las lesiones precancerosas leves se controlan con un seguimiento  y las graves se tratan.

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Metformina: el posible fármaco antienvejecimiento

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Metformina fármaco antienvejecimiento
Metformina: el posible fármaco antienvejecimiento-PEXELS

La metformina es actualmente una de las moléculas más prometedoras en la lucha contra el envejecimiento, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Aunque este medicamento ya se emplea para tratar la diabetes, la posibilidad de utilizarlo también como fármaco antienvejecimiento es muy emocionante.

Para profundizar en este tema, el programa ‘Todo es mentira’ entrevistó a Salvador Macip, catedrático de la Universidad de Leicester, para explicar en qué consiste la metformina: «Es un medicamento administrado a pacientes con diabetes que se ha asociado con una mayor esperanza de vida en comparación con aquellos que no lo toman».

Se está investigando si personas no diabéticas podrían beneficiarse de este fármaco

Según Salvador, estos hallazgos han llevado a considerar que la metformina podría tener efectos antienvejecimiento, al menos en personas diabéticas: «Ahora se está investigando si personas no diabéticas podrían beneficiarse de este fármaco».

Sin embargo, aunque el potencial de esta sustancia como herramienta contra el envejecimiento parece prometedor debido a sus efectos en las células y el metabolismo, el catedrático advierte que se necesitan más investigaciones y experimentos para confirmarlo.

«El objetivo no es simplemente vivir más años, sino vivir mejor durante esos años», señala el catedrático. Estos fármacos, como la metformina, buscan mejorar la calidad del envejecimiento al abordar el deterioro celular que afecta la salud con el paso del tiempo.

«¿Podríamos llegar a vivir hasta los 200 años?» preguntó Risto Mejide, a lo que el investigador respondió: «Una vez que comprendemos por qué envejecemos, estamos bastante cerca. En teoría, sí podríamos. De hecho, podríamos llegar a ser inmortales». También señaló que hay animales, como ciertas medusas y la hidra, que ya exhiben esta característica.

Metformina: Explorando su Potencial como Fármaco Antienvejecimiento

En los últimos años, la metformina, un medicamento comúnmente utilizado para tratar la diabetes tipo 2, ha estado recibiendo atención creciente debido a su potencial como fármaco antienvejecimiento. Esta molécula, cuyo uso principal es controlar los niveles de glucosa en sangre, ha mostrado efectos interesantes que podrían extender más allá de su aplicación original. Vamos a explorar sus efectos positivos y negativos desde una perspectiva científica.

Efectos Positivos:

  1. Potencial para Aumentar la Longevidad: Estudios preclínicos han sugerido que la metformina puede extender la vida útil en diversos organismos, desde gusanos hasta ratones. Si bien los efectos en humanos aún no están completamente establecidos, la metformina parece actuar sobre procesos biológicos asociados con el envejecimiento.
  2. Modulación del Metabolismo: La metformina actúa principalmente reduciendo la producción de glucosa en el hígado y mejorando la sensibilidad a la insulina en los tejidos periféricos. Estos efectos podrían tener implicaciones positivas en la prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
  3. Efectos Antioxidantes: Se ha sugerido que la metformina puede tener propiedades antioxidantes, lo que significa que podría ayudar a proteger las células del daño oxidativo asociado con el envejecimiento y otras enfermedades crónicas.
  4. Activación de Pathways de Longevidad: La metformina parece influir en vías celulares clave relacionadas con la longevidad, como la vía AMPK (proteína quinasa activada por AMP) y mTOR (diana de rapamicina en mamíferos), que están implicadas en la regulación del metabolismo y la longevidad celular.

Efectos Negativos:

  1. Efectos Gastrointestinales: La metformina puede causar efectos secundarios gastrointestinales, como diarrea, náuseas o malestar estomacal, especialmente al iniciar el tratamiento. Estos síntomas suelen ser transitorios y pueden disminuir con el tiempo o ajustando la dosis.
  2. Riesgo de Acidosis láctica: Aunque raro, el uso de metformina se ha asociado con el riesgo de acidosis láctica, una complicación metabólica potencialmente grave. Este riesgo es mayor en individuos con insuficiencia renal o en situaciones que aumentan la acumulación de lactato en el cuerpo.
  3. Deficiencia de Vitamina B12: El uso prolongado de metformina puede estar relacionado con una disminución en los niveles de vitamina B12, lo que puede afectar la salud neurológica y hematológica a largo plazo.
  4. Interacciones con otros Medicamentos: La metformina puede interactuar con ciertos medicamentos, lo que podría requerir ajustes en las dosis o supervisión médica.

Conclusiones:

Si bien la metformina muestra promesas como fármaco antienvejecimiento, es importante destacar que su uso con este propósito aún está en investigación y no se recomienda actualmente fuera del tratamiento de la diabetes tipo 2 u otras condiciones médicas para las cuales está aprobada. Los efectos positivos potenciales deben sopesarse cuidadosamente con los posibles efectos adversos, y siempre se debe buscar orientación médica antes de considerar su uso con fines antienvejecimiento.

En resumen, la investigación sobre el potencial de la metformina como fármaco antienvejecimiento es emocionante pero todavía está en sus etapas iniciales. Se necesitan más estudios clínicos en humanos para comprender mejor su seguridad y eficacia en este contexto antes de que pueda ser considerada una intervención estándar para contrarrestar el proceso de envejecimiento.

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