Se trata de un vehículo Mercedes Sprinter blanco que se estacionaba en lo que denominan «la guarida» del principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann, Christian Brueckner y que ahora puede arrojar pistas esenciales del caso.

No hace más de unas semanas se conocían novedades en el caso de la desaparición de la pequeña Madeleine McCann. Y es que el fiscal que lleva el caso aseguró que las investigaciones habían girado ahora a un nuevo sospechoso: un homre de 56 años que se tuvo relación con Christian Bruekner, el principal sospechoso del caso. Sin embargo, parece ser que con el 90% de la investigación concluida, cada vez se conocen más datos. Esto se debe a que se están realizando nuevas investigaciones en lugares que antes no se han hecho, como por ejemplo en la furgoneta que una vez el principal sospechoso condujo.

La policía alemana se encuentra actualmente investigando el interior del vehículo que se encontraba estacionado en «la guarida» de Christian Brueckner posteriormente a la desaparición de Madeleine. La furgoneta es una Mercedes Sprinter blanca que, según ha indicado el diario británico The Sun en exclusiva, se cree que estaba en Portugal en el momento en el que la pequeña desapareció. Ahora la BKA (Policía Federal Alemana) examina el vehículo con el objetivo de encontrar ADN o pistas cruciales que arrojen aún más luz al caso.

Se sabe que Brueckner alquiló esta furgoneta gracias a una solicitud que ahora es pública y que el sospechoso realizó entre 2014 y 2015.El empleado del taller limpió la furgoneta y la reparó pero aseguró a The Sun que «no se le habría borrado todo el ADN»: «Aún podría haber pelos y otros rastros de cualquiera que estuviera dentro». También han indicado que «por cuestiones de protección de datos» no se pueden dar fechas exactas ni más destalles.

Escenario de más desapariciones

Pero el de Madeleine McCann no es el único caso que se sospecha donde Brueckner habría usado este vehículo. The Sun señala que podría haber sido escenario de la desaparición de la pequeña conocida como «Maddie alemana»: Inga Gehricke. Una niña de cinco años que desapareció durante un picnic familiar en el bosque alemán de Wilhelmshof. La pequeña no ha sido encontrada aún y en el momento de su desaparición se sitúa a Brueckner en la furgoneta ubicada en una fábrica abandonada ubicada a 68 millas de donde se conoce la última pista de la niña. Concretamente, hay una pista que señala que el vehículo conducía por un sendero del bosque en el momento de su desaparición.

Por este hecho, el sospechoso fue investigado por la policía en 2016 y 2020 y no pudo dar una coartada firme para el día pero el caso sigue abierto y Brueckner no ha sido ni condenado pero tampoco descartado como sospechoso.

La furgoneta del sospechoso se consideraba en el lugar como «muy conocida localmente» y que la usaba como escenario para tener relaciones con mujeres que conocía «online».

 

 

A punto de cumplirse 17 años de su desaparición, el caso Madeleine McCann sigue conmocionando al mundo. Ahora, un nuevo testigo ha dado un giro radical a la historia aportando datos que podrían ayudar a redireccionar la búsqueda de la menor y complicar la situación judicial del alemán Christian Brueckner, el principal sospechoso.

Según Sky News, Ken Ralphs, un antiguo activista político del Reino Unido, reveló que una semana antes de la desaparición de Madeleine, Brueckner había planeado secuestrar a un niño y venderlo a una pareja sin hijos.

La compra de un menor

Ralphs sostuvo que el sospechoso intentó reclutar a un amigo en común para llevar a cabo el macabro plan, indicando que tanto él como su amigo formaban parte de una comunidad nómada en el suroeste de Portugal.

«Una noche estábamos sentados alrededor del fuego después de cenar, nos tomamos unas cervezas y de madrugada mi amigo empezó a llorar. Le pregunté qué le pasaba y me confesó que se había aliado con Christian para robar un niño de Praia da Luz a una familia rica», declaró Ralphs.

Según el nuevo testigo, su amigo reveló que Brueckner ya tenía un comprador interesado en adquirir al niño, una pareja alemana que no podía tener hijos.

Tras tener conocimiento del plan, Ralphs asegura que le dijo a su amigo «que no se le pasara por la cabeza participar del plan», ofreciéndole ayuda económica para poder escapar del lugar.

Cuando el activista británico se enteró de lo que ocurrió con Madeleine, acudió de inmediato a las autoridades británicas y portuguesas para brindar información, pero asegura que los agentes no le dieron credibilidad a su testimonio.

Brueckner el pederasta, el principal sospechoso

Christian Brueckner , pederasta reincidente, es desde 2020 el principal sospechoso del caso y cumple una pena de siete años de cárcel en Alemania por la violación de una estadounidense de 72 años.

Los medios locales señalaron que el sospechoso solía acudir a Praia da Luz, que habría descrito como su «pequeño paraíso».

El sospechoso se enfrentará al juzgado el próximo viernes 16 de febrero. En este proceso judicial, que se espera que dure hasta tres meses, se enfrenta a cinco delitos sexuales: tres violaciones en Portugal (a una joven estadounidense, otra irlandesa en 2004 y una adolescente en su casa de Praia da Luz), a un abuso sexual a menores por masturbarse frente a una menor de 10  años y un abuso a otra niña de 11.

Sin embargo, ninguno de los cargos tiene que ver con la historia de Madeleine, cuyo paradero sigue siendo desconocido.

Caso Madeleine McCann

Madeleine fue secuestrada de su habitación de hotel una noche de 2007 durante unas vacaciones familiares en Portugal. Mientras ella y sus hermanos dormían, sus padres y un matrimonio amigo cenaban a pocos metros de su cuarto e iban a verlos cada quince minutos. Sin embargo, en una de las rondas, descubrieron la cama de la niña vacía. A partir de ese momento, comenzó la ardua búsqueda del culpable.

El caso de la niña se convirtió en uno de los más famosos a nivel internacional y las fotos de la niña dieron vuelta el mundo. Sus padres, Kate y Gerry McCan, formaron una organización dedicada enteramente a la búsqueda de la niña y de la persona culpable de su desaparición. Tras varios años de intriga, en junio de 2020 las autoridades posicionaron a Christian Brueckner como principal sospechoso del caso.

A pesar que no hay novedades desde mayo de 2023, cuando las autoridades británicas, alemanas y portuguesas se enfocaron en la búsqueda de elementos relacionados con el caso, los padres de Madeleine McCann no pierden las esperanzas.

«Creemos que esa perseverancia eventualmente dará resultados», aseguraron. De todas formas, reconocieron que se sienten afectados, entre otras cuestiones, por la cantidad de «niños secuestrados, asesinados y huérfanos» que hay en el mundo.

En el epílogo de su mensaje de Año Nuevo, los padres de «Maddie» confiaron en que el «2024 traiga un mayor amor por la humanidad, esperanza y paz para todos nosotros».