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Reparto de ropa o plazas para los sintecho, la cara más solidaria de temporal

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Reparto de ropa o plazas para los sintecho, la cara más solidaria de temporal

El reparto de ropa de abrigo y comida caliente y el ofrecimiento de plazas en viviendas y albergues para los sintecho son algunas de las muestras de la cara más solidaria frente al temporal Filomena, que ha dejado temperaturas bajo cero en gran parte de la Comunitat.

Organizaciones No Gubernamentales (ONG) como Cruz Roja, Cáritas Diocesana o la asociación Alanna han sido algunas de las que se han movilizado para aliviar la situación de las personas más vulnerables.

CRUZ ROJA

Durante el temporal Filomena, Cruz Roja en la Comunitat Valenciana ha realizado 9.550 asistencias, y para ello ha movilizado a 542 personas y se han realizado 980 repartos de alimentos (sobre todo desayunos, cenas o tentempiés a personas que viven en la calle o en la emergencia), así como de 123 mantas y 40 kits de higiene.

Además, en cinco albergues de cuatro localidades de la Comunitat han sido ocupadas 743 plazas, según fuentes de la entidad, que han indicado que durante el temporal se han realizado dos búsquedas y salvamentos y se han atendido 7.315 llamadas y SMS.

Cruz Roja mantiene durante todo el año el proyecto de personas sin hogar, donde una de las acciones que se contempla es la entrega de ropa de abrigo y que se desarrolla en las áreas de Algemesí, Camp de Morvedre, València y La Safor.

También de forma específica por el temporal Filomena, ha habilitado en Gandia una ruta nocturna para ofrecer comida caliente a personas sin hogar que no han querido acudir a los recursos de Cáritas y el Ayuntamiento.
En València, el Centro de Emergencias Climáticas y Sociales del Ayuntamiento, que gestiona Cruz Roja, tiene actualmente 17 plazas que no se han llenado pero ha habido una media de 14 o 15 personas diarias y estará abierto durante todo el invierno.

Toda esta labor se realiza por personas voluntarias que se han movilizado para ayudar con los equipos básicos de respuesta de emergencia con los que cuenta la entidad en distintos puntos.

ASOCIACIÓN ALANNA
Desde la Asociación Alanna desarrollan un programa de erradicación de la vivienda precaria en 28 asentamientos chabolistas de la ciudad de València donde viven alrededor de 500 personas, y en periodos de frío como el actual les proporcionan mantas y ropa de abrigo.

Así lo ha explicado a EFE Rocío Moya, coordinadora del programa, quien señala que, además, realizan junto a servicios sociales, una intervención integral con las familias en el ámbito educativo, de salud o de vivienda.
«Sus condiciones de vida no son las más adecuadas, son asentamientos sin luz y sin estufas, o familias que viven en viviendas precarias», señala la trabajadora de Alanna, entidad que lleva 14 años de funcionamiento.
Para el reparto de ropa de abrigo priorizan aquellas familias que no tienen luz y pasan más frío, o las que tienen viviendas en peores condiciones, y aunque ya han llevado a cuatro o cinco asentamientos, su objetivo es cubrir los 28.

Rocío Moya ha destacado la buena respuesta que están teniendo y ha indicado que si alguien quiere donar mantas o ropa de abrigo puede hacerlo en la sede de Alanna de la plaza Fray Luis Colomer, número 3 de València.

CÁRITAS DIOCESANA

Cáritas Valencia ha duplicado sus plazas para la atención a las personas en situación de sin hogar con motivo del temporal de lluvia y frío en la ciudad de València con la puesta en marcha de una nueva vivienda cedida a la institución por el Arzobispado.

Además, ha ampliado el horario de su centro de noche San Esteban, en el que se alojan 14 personas desde el mes de noviembre y que albergará a las personas entre las 18 horas y las 12 del mediodía.

Asimismo, se han concertado plazas en dos pensiones de la ciudad y una decena de camas en el centro Cides de Aldaia para que las personas que viven en la calle puedan pasar estos días.

Por su parte, Cáritas Interparroquial de Gandia ha dado cobijo a media docenas de personas cuyas pertenencias, colchones o tiendas de campaña se habían mojado completamente a causa de la lluvia.

Además, una veintena de personas sin hogar han pasado este fin de semana a cubierto en el pabellón deportivo del colegio diocesano Santiago Apóstol, del barrio valenciano de Marxalenes, ante la ola de frío.

El pasado viernes fueron recogidas medio centenar de personas que aceptaron el ofrecimiento de acogida y fueron derivadas a la Ciudad de la Esperanza, en Aldaia; a la parroquia San Miguel y San Sebastián, de València; al centro de noche San Esteban, gestionado por Cáritas, y a una vivienda de la propia entidad.

El sábado, Cáritas derivó a una veintena de estas personas al colegio Santiago Apóstol, de Marxalenes, donde pasaron la noche del sábado y la del domingo.

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Estos son los beneficios de vivir en un pueblo

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pueblo más bonito Comunitat Valenciana

Explorando los Encantos Rurales: Beneficios de Vivir en un Pueblo

En un mundo cada vez más urbanizado y conectado, la vida en un pueblo puede parecer anacrónica para muchos. Sin embargo, estos rincones de tranquilidad y comunidad ofrecen una serie de beneficios que las bulliciosas ciudades a menudo no pueden igualar. Desde la serenidad de los paisajes naturales hasta la conexión interpersonal más auténtica, aquí exploramos por qué vivir en un pueblo puede ser una elección gratificante.

1. Tranquilidad y Naturaleza

Los pueblos suelen estar rodeados de impresionantes paisajes naturales, desde colinas ondulantes hasta densos bosques y ríos serpenteantes. La tranquilidad que proporciona este entorno natural es invaluable para aquellos que buscan escapar del estrés y el ajetreo de la vida urbana. Respirar aire fresco y disfrutar de la serenidad de la naturaleza puede tener un impacto positivo en la salud mental y emocional.

2. Comunidad y Conexión Personal

En un pueblo, la comunidad es más que una palabra; es una realidad tangible. Las relaciones interpersonales son más cercanas y significativas, ya que los residentes suelen conocerse entre sí y se apoyan mutuamente en tiempos de necesidad. Los lazos comunitarios más fuertes pueden generar un sentido de pertenencia y seguridad que es difícil de encontrar en entornos urbanos más grandes y anónimos.

3. Costo de Vida y Calidad

En general, los costos de vida en los pueblos tienden a ser más bajos que en las ciudades. Los precios de la vivienda, la alimentación y otros gastos cotidianos suelen ser más asequibles, lo que puede permitir a los residentes disfrutar de una mejor calidad de vida con menos presión financiera. Además, en muchos pueblos, las distancias más cortas y la menor congestión vehicular pueden traducirse en menos tiempo perdido en desplazamientos y más tiempo para disfrutar de la vida.

4. Estilo de Vida Más Relajado

La vida en un pueblo a menudo sigue un ritmo más lento y relajado. Las prisas y el estrés asociados con la vida urbana disminuyen, lo que permite a los residentes tomarse el tiempo necesario para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Desde paseos tranquilos por el campo hasta tardes tranquilas en la plaza del pueblo, la vida en un entorno rural puede ofrecer una sensación de calma y serenidad que es difícil de encontrar en la vorágine de la ciudad.

5. Valor Cultural e Histórico

Los pueblos suelen estar impregnados de historia y cultura, con edificios antiguos, tradiciones arraigadas y una rica herencia que se remonta a siglos atrás. Esta conexión con el pasado puede ofrecer una sensación de arraigo y pertenencia a los residentes, así como oportunidades para explorar y aprender sobre la historia local y las tradiciones únicas de la región.

Contrastando con la Vida Urbana

Aunque los pueblos ofrecen una serie de beneficios atractivos, es importante reconocer que no son para todos. Las ciudades tienen sus propias ventajas, como una mayor diversidad cultural, una amplia oferta de entretenimiento y oportunidades profesionales. Además, algunas personas prefieren el ritmo acelerado y la emoción constante de la vida urbana.

En última instancia, la decisión de vivir en un pueblo o una ciudad depende de las preferencias individuales y las necesidades de cada persona. Para algunos, la tranquilidad y la conexión comunitaria de un pueblo son invaluables, mientras que para otros, el bullicio y la diversidad de la ciudad son irresistibles. Lo importante es encontrar el entorno que mejor se adapte a tu estilo de vida y te haga sentir más feliz y realizado.

 

 

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