Síguenos

Firmas

‘Un verano diferente’ por Águeda Bayarri

Publicado

en

ÁGUEDA BAYARRI

Y llegó el verano. Un verano sin primavera. Un verano que vino precedido de un invierno. Un verano sin un soplo de aire en la cara, un verano con mascarilla, un verano sin tocarnos y sin ni siquiera rozarnos, lo llaman distancia social. Hemos perdido vidas, trabajo y poder adquisitivo. Hemos perdido libertad. No me gusta el término de “nueva normalidad“ porque la situación es nueva pero no normal. Es la realidad.

Y de esta realidad me gusta que podemos salir a la calle, nos podemos desplazar, los niños vuelven a jugar en los parques, los adultos podemos pasear y tomar algo en un bar. Los museos, cines y teatros están abiertos y el deporte de competición poco a poco abre para el público. ¡Lo ordinario se ha convertido en extraordinario!, éramos afortunados y no lo sabíamos.

Asumo la realidad y estoy completamente concienciada con las medidas de seguridad pero eso no significa que me guste. Opino como Rafa Nadal, me gustaba más la normalidad de antes.

Y llevamos más de un mes de verano y en algunas zonas están volviendo atrás, han retrocedido de fase y a sus ciudadanos les han vuelto a confinar. Están habiendo nuevos rebrotes y me da mucha pena decirlo pero parece que no hemos aprendido nada. Hay muchísima gente sufriendo por el pasado, el presente y el futuro.

Pero un mes después de que pudiéramos desplazarnos sin restricciones, el virus vuelve a estar muy presente. Por eso quiero recordar dos iniciativas que surgieron durante los peores días de la pandemia pero que perduran en el tiempo y ahora, cuando parecía que lo peor había pasado, pueden ayudar.

Desde la Clínica MAPFRE de Medicina del Tenis se estableció un plan integral gratuito para todas las personas que hubieran pasado el Covid-19 o que el confinamiento les afectara a nivel físico o emocional. A través de su página web podemos obtener todos los protocolos médicos necesarios ante cualquier estadio de la enfermedad y en caso de duda o querer personalizar un caso, se puede mandar un mail a través de un formulario para que se pongan en contacto con nosotros.

Ahora, ya podemos ver sin tocar a los nuestros, que hace solo unos meses solo lo podíamos hacer de forma virtual. Este confinamiento hemos “ tirado “ de mucho audiovisual. Teletrabajo, clases on line y televisión han ocupado la mayor parte de las horas de nuestro día. Incluso para hacer deporte mirábamos un dispositivo móvil. Por eso me gustó la aplicación creada por Allain Afflelou para cuidar la salud visual fomentando hábitos digitales saludables. Nos asesoran sobre la distancia a la que debemos mantener el dispositivo de nuestra vista, los niveles de luz o de tiempo que debemos estar frente a pantallas. Supervisan los hábitos digitales de manera remota y ofrecen tratamientos personalizados.

Pensaba que con el tiempo este tipo de iniciativas serían un bonito gesto de una etapa dura pero ahora creo que es importante recordarlas porque pueden ayudar. El ambiente está raro y nosotros también. Estamos haciendo algunas cosas de las de siempre pero no como siempre.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Firmas

Cuidar de una madre con Alzheimer: Un viaje de amor y dolor

Publicado

en

Cuidar madre Alzheimer
Cuidar de una madre con Alzheimer: Un viaje de amor y dolor-FREEPIK

En el torbellino de nuestras vidas, donde cada día parece traer consigo nuevos desafíos y responsabilidades, a menudo nos encontramos luchando por equilibrar nuestras vidas personales y profesionales. Pero ¿qué sucede cuando ese equilibrio se ve eclipsado por una realidad implacable? ¿Cómo lidiamos con el impacto emocional y psicológico de ser cuidadores de un ser querido con una enfermedad tan devastadora como el Alzheimer?

Esta es la historia de una periodista apasionada que, entre entrevistas y artículos, se enfrenta a una batalla mucho más íntima: la lucha diaria de cuidar a su madre, quien lenta pero inexorablemente se desvanece en las garras de la enfermedad de Alzheimer.

Para ella, cada día es un viaje emocional plagado de altibajos. Desde los momentos de lucidez y conexión con su madre hasta las dolorosas luchas para recordar quién es ella misma, cada momento está marcado por una mezcla de amor incondicional y dolor impotente. Es una montaña rusa de emociones, donde la alegría y la tristeza se entrelazan en un baile constante.

Su vida como periodista le ha enseñado a mirar más allá de las apariencias y a buscar la verdad en cada historia. Y en este viaje junto a su madre, encuentra una verdad más profunda: la importancia de la empatía, la compasión y el amor incondicional. A medida que navega por los desafíos diarios del cuidado, descubre una fuerza interior que nunca supo que poseía.

Pero no todo son lecciones y momentos de claridad. Hay días oscuros, días en los que el peso del cuidado parece demasiado grande para soportarlo. Días en los que la frustración y la impotencia amenazan con abrumarla. Sin embargo, incluso en esos momentos más oscuros, encuentra consuelo en la gente que la rodea. Amigos y familiares se unen para ofrecer apoyo y comprensión, recordándole a ella y a su hermana que no están solas en este viaje.

A medida que el Alzheimer avanza implacablemente, ella se enfrenta a una dolorosa verdad: la inevitabilidad de la pérdida. Pero también encuentra consuelo en el conocimiento de que el amor trasciende las barreras del tiempo y la memoria. Aunque su madre pueda olvidar su nombre y sus rostros, el amor que sienten el uno por el otro perdura, inquebrantable e indestructible.

La historia de esta periodista es una historia de amor. Un amor que desafía las limitaciones del tiempo y el espacio, un amor que persiste a pesar de las pruebas y tribulaciones. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, el amor es la fuerza que nos sostiene, la luz que guía nuestro camino. El amor que vio crecer en su casa día a día, sin interrupción.

En medio del día a día, es fácil perder de vista lo que realmente importa. Pero esta historia nos recuerda que, en lo que de verdad importa, son las conexiones humanas y los lazos de amor los que nos sostienen en los momentos más difíciles. Y en el poder cuidar de su madre con Alzheimer, encuentra no solo una prueba de su amor, sino también una lección de humanidad y compasión que nunca olvidará.

SRA

Continuar leyendo