Cada vez hay más consenso en la comunidad científica de que la mayor parte de los contagios de COVID-19 llegan a través de los aerosoles, y que los lugares de más riego son aquellos cerrados y mal ventilados. Muchos expertos abogan por la utilización de aparatos de filtrado si no es posible la renovación natural del aire.
La Generalitat Valenciana ha recogido el guante y ha anunciado hoy la compra en los próximos días de 8.000 purificadores de aire para mejorar las condiciones de aquellos lugares que no tengan buena ventilación natural. El president, Ximo Puig, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, han anunciado la adquisición de estos aparatos durante la presentación de las actualizaciones de las medidas antiCOVID-19 en los centros educativos públicos y concertados.
Puig ha recordado la importancia de una buena ventilación, «uno de los mejores activos» contra el coronavirus, y ha confiado que esta medida dé «aún más seguridad a los espacios educativos». Por su parte, el conseller Marzá cree que los filtros ayudarán a «reducir muchísimo el riesgo de contagio», y que es una actuación que no tiene «efectos secundarios».
Además, los centros recibirán una guía elaborada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con diferentes opciones para mejorar la flujo de aire si no es posible mantener la ventilación con las ventanas abiertas.