Activistas climáticos tiñen de negro un estanque de la Ciudad de las Artes para denunciar que la COP28 es un fracaso climático
Miembros del colectivo Rebelión Científica se han concentrado este sábado ante el Museo de las Ciencias de València para denunciar que la cumbre del clima (COP28) que se celebra en Dubai (Emiratos Árabes) es un «ejercicio internacional de hipocresía», frente al cual reclaman una «democracia participativa por el clima».
«La ciencia del clima debe dictar las prioridades en las políticas», ha asegurado a los periodistas Fernando Valladares, científico del CSIC y profesor de Ecología de la Universidad Rey Juan Carlos, quien ha advertido de que «mueren cien veces más personas por el cambio climático que por conflictos bélicos».
Según Valladares, la ciencia «se ha quedado corta, la situación evoluciona más rápido de lo previsto. Apuntaba en la dirección del caos, del grave riesgo climático, pero el 2022 y 2023 han superado todas las expectativas: sequía en España, ciudades sometidas a una estrés hídrico como no se ha visto nunca, 43 grados en San Sebastián, 11.000 muertos en 2022. Todo esto la ciencia no fue capaz de predecirlo aunque apuntaba a ese riesgo».
Por ello, afirma, los científicos «pedimos más atención a un diagnóstico duro, a una situación difícil que requiere valentía y la mejor versión de todos».
«Empezando por el sector privado, que no puede hacer negocio con todo y a cualquier precio, y siguiendo con el sector político, con los representantes que hemos elegido que no nos terminan de representar porque no se preocupan de lo que nos amenaza», ha indicado,
El científico del CSIC ha señalado que una de sus reclamaciones es el impulso de asambleas ciudadanas «vinculantes, permanentes y apoyados por un pacto de Estado independientemente del color político» porque «nos jugamos mucho con el cambio climático, parece que no lo terminamos de aceptar y desde luego las acciones son tibias».
Valladares ha señalado que se celebra la cumbre del clima número 28, tras «27 avances muy pequeños que apenas han cubierto la expectativas científicas y apenas han servido para reducir las emisiones, que siguen creciendo».
Esto, ha dicho, supone una «amenaza no solo para el bienestar sino para la propia supervivencia», y ha alertado de que se calcula que más de mil millones de estarían en riesgo de aquí a final de siglo.
A juicio de Rebelión Científica, la única forma de minimizar el impacto y adaptar la sociedad a sta situación es mediante una transición basada en la «justicia ecosocial», con una reducción del consumo, redistribución de la riqueza, disminución de la desigualdad, una democracia participativa y la cogobernanza ciudadana.
Rebelión Científica (Scientist Rebellion) se fundó en 2020 para instar a la comunidad científica y académica a unirse a la resistencia civil no violenta frente a la crisis climática.
VÍDEO| Activistas climáticos tiñen de negro un estanque de la Ciudad de las Artes
Los activistas climáticos son individuos o grupos que se dedican a abogar por la acción y conciencia sobre el cambio climático y sus impactos en el medio ambiente. Estos activistas trabajan para promover políticas, prácticas y cambios en el comportamiento humano que ayuden a mitigar el cambio climático y sus consecuencias.
Algunas de las preocupaciones y temas clave abordados por los activistas climáticos incluyen:
Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero: Los activistas abogan por la reducción de las emisiones de gases como el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos de nitrógeno (NOx) que contribuyen al calentamiento global.
Energías renovables: Promueven el uso de fuentes de energía renovable, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, como alternativas más sostenibles a los combustibles fósiles.
Conservación de la biodiversidad: Los activistas se preocupan por la pérdida de la biodiversidad y abogan por la conservación de los ecosistemas y la protección de especies en peligro de extinción.
Desarrollo sostenible: Buscan fomentar prácticas y políticas que permitan el desarrollo económico sin agotar los recursos naturales y sin dañar irreparablemente el medio ambiente.
Concientización pública: Los activistas climáticos trabajan para aumentar la conciencia pública sobre los problemas relacionados con el cambio climático, promoviendo la educación y la comprensión de la importancia de tomar medidas.
Participación política: Muchos activistas se involucran en procesos políticos y gubernamentales para influir en la formulación de políticas relacionadas con el clima y asegurarse de que se tomen medidas significativas.
Algunos de los movimientos más conocidos en este ámbito incluyen Fridays for Future, liderado por la activista Greta Thunberg, y Extinction Rebellion, un movimiento global que utiliza la desobediencia civil no violenta para llamar la atención sobre la crisis climática.
Es importante destacar que el activismo climático abarca una amplia gama de enfoques y estrategias, y los activistas pueden tener diferentes perspectivas sobre cómo abordar y resolver los desafíos ambientales.