La enfermedad de Alzheimer, principal causa de demencia en todo el mundo, continúa siendo uno de los mayores retos de la medicina moderna. Ahora, un estudio de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) revela que los niveles elevados de hierro en el cerebro podrían servir como biomarcador temprano de Alzheimer, incluso antes de que aparezcan los síntomas.
Hierro cerebral y neurodegeneración
El Alzheimer se caracteriza por la acumulación de proteínas anormales como la beta amiloide y la tau, que pueden detectarse años antes de los síntomas. Sin embargo, los tratamientos actuales contra estas proteínas han mostrado una eficacia limitada.
En los últimos años, los científicos han identificado que el exceso de hierro en el cerebro impulsa la neurodegeneración, ya que provoca estrés oxidativo, agrava la toxicidad de la proteína amiloide, altera la función de la tau y favorece la muerte neuronal.
Una resonancia magnética especial para detectar hierro
El estudio, publicado en la revista Radiology, empleó una técnica avanzada de resonancia magnética llamada mapeo de susceptibilidad cuantitativa (QSM). Esta tecnología permite medir los niveles de hierro en diferentes regiones del cerebro de forma no invasiva y precisa.
Según el doctor Xu Li, autor principal de la investigación, “QSM puede detectar pequeñas diferencias en los niveles de hierro cerebral, algo imposible con los métodos convencionales de resonancia magnética”.
Resultados del estudio
El equipo analizó a 158 adultos sin deterioro cognitivo dentro del proyecto BIOCARD, un seguimiento de largo plazo sobre los factores de riesgo de Alzheimer.
Tras más de siete años de seguimiento, observaron que:
Un mayor nivel de hierro en la corteza entorrinal y el putamen se asoció con un riesgo elevado de desarrollar deterioro cognitivo leve (DCL).
Este riesgo fue aún más significativo en pacientes que también presentaban depósitos de beta amiloide.
La combinación de ambos factores (hierro y proteínas amiloides) aceleró la progresión hacia el deterioro cognitivo.
Implicaciones para la prevención del Alzheimer
Estos hallazgos abren la puerta a intervenciones más tempranas en personas en riesgo de desarrollar Alzheimer. La técnica QSM podría convertirse en una herramienta clave para identificar pacientes vulnerables y, en un futuro, el hierro cerebral podría ser una diana terapéutica.
El doctor Li apunta: “Esperamos que la tecnología QSM se estandarice y sea más accesible en la práctica clínica, y que los ensayos clínicos evalúen terapias dirigidas al hierro”.
La investigación sugiere que medir el hierro cerebral mediante resonancia magnética avanzada podría anticipar el diagnóstico de Alzheimer años antes de los síntomas clínicos. Esto no solo permitiría actuar de forma preventiva, sino también diseñar tratamientos más eficaces en fases iniciales
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