Alicante, 24 oct (OFFICIAL PRESS-EFE).- El expresidente del Gobierno José María Aznar ha asegurado este martes en Alicante que una posible ley de amnistía, de aprobarse, «termina con el sistema constitucional».
Durante una conferencia ante el Cámara Business Club, un foro empresarial impulsado por la Cámara de Comercio de la ciudad, Aznar ha señalado que la posible amnistía «no tiene cabida en la constitución» y «es un pago de Sánchez a antiguos terroristas y a separatistas catalanes para que siga en el Gobierno».
Así, ha sostenido que esta posible ley «lo que dice es que quienes se opusieron al golpe, empezando por el rey, actuaron en nombre de un Estado opresor que merece ser condenado».
Aznar carga contra la amnistía
La amnistía, ha comentado, «no solo borra la pena, sino que borra el delito»: «Es como si no hubiera pasado nada, pero es peor aún, porque al borrar el delito, lo que hace es legitimar a quienes lo hicieron. Oiga, ustedes hicieron una cosa que estuvo bien», ha insistido.
Asimismo, ha subrayado que la amnistía del 1977 fue «fundacional» y por ello se excluyó de la posterior Constitución: «Si no se pueden realizar indultos generales, menos la amnistía», ha comentado Aznar.
También ha criticado, en ese sentido, que el Tribunal Constitucional «es tribunal de garantías constitucionales, pero no está creado para ser un poder legislativo o constitutivo, por lo que no puede decir que la Constitución dice lo que no dice», ni hacer un «uso institucional».
El también presidente de la Fundación FAES ha destacado que España está «en una situación límite y crítica» por la amnistía y por una posible consulta sobre la autodeterminación de algunas comunidades, y ha lamentado que los políticos vivan «la inmediatez», pues es «lo contrario a hacer un pensamiento de estabilidad y de futuro».
Aznar pide mayor disciplina fiscal
Aznar ha insistido en que «si tu casa está en desorden, tu política internacional también lo está» y «proyectas una imagen» negativa de cara a la Unión Europea y a los demás países occidentales, y ha citado como ejemplo el hecho de que los diputados tengan que usar pinganillo en el Congreso.
Al respecto, también ha lamentado que los temas económicos estén «en un segundo plano», al pactar PNV o Junts, tradicionalmente más liberales, con partidos como Sumar, al tiempo que ha denunciado que el Gobierno no comparezca en el Congreso, ni en el Senado, adonde «se niega a ir».
También ha comentado que la situación es límite en temas presupuestarios porque, «tras pagar pensiones, salarios de funcionarios y las necesidades de defensa, el capital de infraestructuras está decayendo, como también lo está el nivel de mantenimiento y queda poco dinero para invertir».
«A España le ha ido bien cuando hemos ido disciplinados, cuando la deuda era reducida. Volvamos a hacer aquello que resultó bien, la disciplina fiscal», ha concluido.