Sin duda Oh Fortuna es el poema más conocido de Carmina Burana. El músico alemán Carl Orff puso música en 1936 a la obra goliarda convirtiendo sus versos en inmortales.
Sin duda Carmina Burana tiene algo mágico que nos atrae. Tal vez que fuera escrito en los siglos XII y XIII por goliardos, unos clérigos que iban por Europa de taberna en taberna alabando placeres de la vida como el vino, el juego, el amor carnal, las mujeres, el goce y que quedan reflejados en Carmina Burana. Esta colección de 300 poemas escritos en su mayoría en latín, alemán y francés se han conservado en un único códice encontrado en 1803 por Johann Christoph von Aretin en la abadía de Benediktbeuern, en Baviera y actualmente se conservan en la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich.
Y ahora llega a València Carmina Burana por La Fura dels Baus (Teatro Olympia hasta el 9 de junio) Dos titanes que desbordan energía y teatralidad a raudales. Un choque de talentos que se unen sobre las tablas. Sin duda una fusión única. Carmina y La Fura. Excelente. Soberbia. Una adaptación a la altura de una obra eterna.
Un poema visual. Desborda belleza por todos lados. Elegancia y fuerza se dan la mano. Destaca sobre todo ver como encaja en escena cada elemento. Ese telón, esa cuba, la grúa, esa voces, esas interpretaciones… Un todo que te quita el habla. Un todo que te atrapa. Un espectáculo que une la poderosa música de Carl Orff con el universo de La Fura. Esa mirada crítica y satírica del texto que se adapta perfectamente al sello de La Fura.
Carmina Burana es un espectáculo con música en directo, una orquesta de 10 músicos, director y un coro de 16 integrantes, e impactantes escenas. Sobre el escenario un cilindro de ocho metros de diámetro envuelve literalmente los músicos, mientras que las imágenes proyectadas sobre él ilustran la obra de principio a fin: una luna gigante, el deshielo, un éxtasis floral, una vendimia en directo, las tabernas, cantantes colgados de grúas y sumergidos en vino, agua y fuego… esto es Carmina Burana.
La Fura ceñida a la obra de Carl Orff sigue siendo la Fura. Más Fura aun si es posible. Su puesta en escena va creciendo conforme avanza la representación. Es puro espectáculo, épico y sublime por partes iguales. Carpe Diem!