València, 23 jun (OFFICIAL PRESS – EFE). La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València, liderado por la nueva alcaldesa tras el 28M, María José Catalá, ha acordado dejar de celebrar las ceremonias de bienvenida a la ciudadanía o «bautizos civiles». El gobierno de Ribó los comenzó a oficiar hace poco más de un mes. El nuevo gobierno ha decidido finalizarlos al considerar que «son actos meramente protocolarios que no tienen efectos jurídicos».
Catalá acaba con los bautizos civiles de Ribó por no tener «efectos jurídicos»
Así lo ha afirmado en la rueda de prensa posterior a la Junta el portavoz del equipo de gobierno, Juan Carlos Caballero. Ha afirmado que son «servicios de prestación no obligatoria por parte de la administración municipal».
Caballero ha explicado que esa decisión va a afectar a las nuevas solicitudes, pero que sí se celebrarán los que ya se habían solicitado, un total de siete ceremonias.
«Esas se van a celebrar pero a partir de ahora no se van a atender nuevas solicitudes, porque no existe una demanda real. Los recursos de la administración tienen que estar centrados en las competencias municipales», ha manifestado.
Para el portavoz, «algunas de las competencias municipales que el Ayuntamiento tiene atribuidas legalmente se han abandonado por el equipo de gobierno anterior».
«No puede ser que se destinen recursos a celebrar bautizos civiles cuando se ha tardado una legislatura en adjudicar el contrato de limpieza. Incuso en Junta de Gobierno hemos tenido que aprobar un reconocimiento de crédito que nos habían dejado», ha considerado. Ha concluido que el nuevo equipo va «a trabajar con rigor y cumplir con sus competencias».
En redes sociales, el portavoz municipal de Compromís y exalcalde de València, Joan Ribó, ha considerado que dejar de celebrar estas ceremonias es «otra medida sectaria de Catalá hacia quienes no piensan como ella».
«Esta ceremonia es una bienvenida a la ciudadanía y un reconocimiento de derechos», ha destacado. Ha añadido que «el mismo PP lo instauró en Madrid en 2009» pero ha lamentado que «su sectarismo es tan grande que lo que vale para Madrid no vale para València».