València, 12 jul (EFE).- Empresas de agroalimentación, comercios y supermercados han solicitado que el límite de venta de bebidas alcohólicas a las 20 horas no se incluya entre las nuevas restricciones para evitar el botellón y se mantenga la prohibición en las 22, y alertan de que esa medida podría originar aglomeraciones en los comercios esenciales.
La Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (FEDACOVA), la Asociación Nacional de Grandes Establecimientos de Distribución (ANGED), la Confederació d’Empresaris del Comerç, Servicis i Autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç), la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES) y la Asociación de Supermercados de la Comunitat Valenciana (ASUCOVA) consideran, en un comunicado conjunto, que se trata de una medida que no va a evitar el consumo de alcohol en la vía pública «como se pretende».
Asimismo instan a que se controle de forma eficaz el cumplimiento de la hora límite de las 22 horas de venta de alcohol por todo tipo de establecimientos.
Las asociaciones aseguran compartir los principios y el espíritu que rigen la medida pero consideran que no va a evitar el consumo de alcohol en la vía pública, como ha ocurrido en otras comunidades autónomas, al ocasionar «más trastornos a las personas consumidoras en general que a la mínima franja de población a la que se quiere dirigir».
Advierten de que se pueden producir aglomeraciones de consumidores en los establecimientos de comercio esencial en un horario anterior a las ocho de la tarde, incluso con picos previsibles antes de dicha hora, y del «riesgo» que supone, dado que la cesta de la compra es completa y la bodega y bebidas alcohólicas están incluidas en la misma.
Además, adelantar la prohibición generará inseguridad y complicará las labores de control, además de generar «confusión en la ciudadanía, perjuicio al consumidor y malestar entre empleados y clientes de supermercados, grandes establecimientos y pequeños comercios», afirman.
Para estas asociaciones, el adelanto de la prohibición de venta de bebidas alcohólicas conlleva «una asunción de responsabilidad desmedida» para los empleados que puede causar situaciones de tensión con clientes que insistan en llevarse este tipo de productos, como cervezas, vino o sidra, bebidas que forman parte de la compra habitual de los consumidores valencianos y turistas, especialmente en verano.
Consideran que debe tenerse en consideración la interpretación que sostiene la Abogacía del Estado en un informe emitido el 19 de marzo de 2020 ante las cuestiones planteadas tras el RD 463/2020 de Estado de Alarma, en relación con los productos que se consideran esenciales en la alimentación y bebidas, e insisten en que la actual prohibición hasta las diez de la noche supone «un margen suficiente para desincentivar la compra y el consumo de bebidas alcohólicas en la calle».
Es más efectivo, en su opinión, el toque de queda que se pretende establecer a partir de la una de la madrugada en municipios con índices de contagios muy altos.
En términos económicos, consideran la medida «desproporcionada y discriminatoria respecto a otros sectores» y que supone «un importante perjuicio económico y un alto coste operativo a las empresas».