Polémica entre los trabajadores
Pero esta revolución tecnológica puede dejar a muchos en el paro. El debate está abierto ya que podría afectar a una industria que genera miles de millones al año. Ashley es una trabajadora sexual que, según declara en TechCrunch, no considera a Porn Pen una amenaza para ellas y que sí lo son las posibles medidas que los gigantes del contenido para adultos puedan llevar a cabo.
La web tiene un largo listado de ‘keywords’ para dar forma a la modelo que desean los usuarios.
Así por ejemplo, aparecen palabras como ‘nena’, ‘gorditas’ o ‘modelo de lencería’. Una de las críticas más extendidas es que las modelos sean mujeres, encorsetando el sistema a los estereotipos heterosexuales y, en concreto, de los hombres.
Problemas con las imágenes
Pero a día de todo no es perfecto y uno de los problemas de Porn Pen, según TechCrunch, es que genera imágenes ‘extrañas’, es decir, sin una persona, con extremidades que no deberían estar ahí, con pezones en lugares poco frecuentes o con la carne retorcida.
Sin embargo, la inteligencia artificial desarrollada está enfocada a cumplir con los estándares sobre cuerpos femeninos más ‘aceptados’ en la sociedad.