Reducir deuda puede suponer un gran ahorro en intereses, pero no siempre es la mejor decisión financiera.
Con los tipos de interés todavía en niveles elevados y muchas familias buscando aliviar la carga de su préstamo hipotecario, la amortización anticipada —devolver parte del capital pendiente antes de tiempo— vuelve a estar sobre la mesa. Los expertos coinciden en que amortizar una parte de la hipoteca puede ser una estrategia eficaz para ahorrar intereses, pero advierten de que conviene hacerlo en el momento y de la forma adecuados.
¿Cuándo es recomendable amortizar?
Según los analistas financieros, la amortización parcial es más conveniente en los siguientes casos:
- Cuando el tipo de interés es alto o variable, ya que reduce la exposición a futuras subidas del Euríbor.
- Si se dispone de un ahorro estable y no se prevé necesitarlo a corto plazo.
- En la primera mitad del préstamo, cuando la mayor parte de la cuota mensual se destina a pagar intereses.
- Cuando no existen deudas más caras, como préstamos personales o tarjetas, que conviene saldar primero.
Por el contrario, no es recomendable amortizar si el cliente tiene una hipoteca con un tipo muy bajo o fijo y puede obtener mayor rentabilidad invirtiendo su dinero, o si no cuenta con un colchón de emergencia de al menos 3 a 6 meses de gastos.
¿Reducir cuota o plazo?
Uno de los principales dilemas es decidir si amortizar para reducir la cuota mensual o acortar el plazo del préstamo.
Los expertos en finanzas personales explican que:
- Reducir el plazo permite un mayor ahorro en intereses, ya que el préstamo se liquida antes. Es la opción más eficiente desde el punto de vista financiero.
- Reducir la cuota, en cambio, libera liquidez cada mes y mejora la capacidad de ahorro o consumo. Es la mejor elección para quienes buscan mayor margen económico sin presiones.
En la práctica, muchos asesores recomiendan reducir plazo si la economía familiar está saneada y reducir cuota si se prioriza la seguridad y la estabilidad presupuestaria.
Cómo hacerlo correctamente
- Consultar las condiciones del contrato: algunos bancos aplican comisiones por amortización anticipada, especialmente en hipotecas a tipo fijo (suele oscilar entre el 0,5% y el 1%).
- Elegir el momento adecuado: hacerlo tras recibir pagas extras, bonus o devoluciones de impuestos puede ser una forma sencilla de reducir deuda sin afectar al presupuesto.
- Comparar antes de actuar: conviene analizar con un simulador hipotecario cuánto se ahorraría al amortizar una cantidad concreta y si el impacto fiscal o financiero compensa.
- Solicitarlo por escrito al banco, indicando si se desea reducir cuota o plazo, y conservar el justificante de la operación.
En resumen
La amortización parcial de la hipoteca es una herramienta útil para reducir deuda y ganar tranquilidad, pero su conveniencia depende del tipo de préstamo, de la situación económica personal y del horizonte financiero de cada familia.
Como resume el economista Javier Ferrer, “amortizar siempre es bueno si se hace con cabeza: primero hay que garantizar liquidez y estabilidad, y después pensar en adelantar dinero al banco”.
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