En medio de su posado en la alfombra roja de los premios GQ, el vestido de Adriana Abenia le jugó una mala pasada y dejó al descubierto uno de sus pechos. La presentadora tardó en darse cuenta y varios fotógrafos consiguieron hacerle fotos.
Al percatarse de su despiste, Abenia se tapó rápidamente y abrió la boca por completo debido a la vergüenza de su anecdótico momento. Aunque la presentadora parecía avergonzada, hay quienes creen que fue intencionado para hacer gala del feminismo que protagonizó la gala.