València, 26 oct (EFE).- El director general del Medio Natural, Benjamín Pérez, ha presentado su dimisión a la consellera Mireia Mollà después de que fallecieran diez burros que habían sido introducidos en el Desert de les Palmes en el marco de un proyecto para la prevención de incendios.
La consellera de Agricultura y Desarrollo Rural, Mireia Mollà, ha informado este martes en rueda de prensa sobre las gestiones realizadas por la Generalitat en relación a este asunto, que ha sido puesto en conocimiento de la Guardia Civil ante la existencia de «indicios que apuntan a una posible acción humana» en el fallecimiento de estos animales.
A juicio de la consellera, el proyecto «no ha sido tutelado de la forma adecuada, la dispersión de los burros ha podido propiciar ataques por parte de otros animales o caídas, pero también hay indicios de que pueda haber habido una acción humana».
En referencia a esta última posibilidad, la Conselleria ha interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil, para «que investigue posibles autorías», ha indicado Mollà.
Según ha explicado la consellera, el propietario de los burros había recibido amenazas contra la vida de los animales y alguien cortó el cercado en el que se encontraban, acciones que no se denunciaron inicialmente, según ha lamentado la consellera.
Por otra parte, ha subrayado que «es obvio que tanto en el expediente administrativo como en la práctica de la experiencia no se ha tenido la diligencia que correspondía, y por tanto el estado de los animales ante la pérdida de peso o la presencia de heridas debería haber activado la llamada a veterinarios oficiales para que certificasen su estado de salud. Esto nunca debería haber acabado con 10 animales muertos».
«Si bien algún episodio inicial se puede atribuir a causas naturales, no es normal que no se aborte la experiencia y se proteja a los animales», ha insistido Mollà, quien ha admitido que «tanto en la parte administrativa como en la práctica, no ha habido un comportamiento diligente».
Parte de esas negligencias, ha indicado, han consistido en no comunicar a los órganos superiores de la conselleria la información de la que se disponía, y «eso ha de conllevar responsabilidades de dos tipos».
«En la parte administrativa, se abrirán expedientes para determinar las posibles responsabilidades de los funcionarios, y en la parte política he aceptado la dimisión del director general del Medio Natural, Benjamín Pérez».
Por otra parte, Mollà ha informado de que ha pedido comparecer en Les Corts para explicar este asunto en la comisión correspondiente y «facilitar toda la información disponible».
Por último, ha informado de que se han remitido muestras de tejidos de los animales fallecidos a especialistas en toxicología por si se pudiese confirmar que los animales sufrieron algún tipo de intoxicación, bien a partir de algún elemento natural, bien de forma intencionada.
Los alrededor de 50 animales llegaron a una parcela privada del Parque Natural del Desert de les Palmes el pasado mes de agosto después de que un ganadero hiciera una petición para hacer uso de una parcela para que pacieran allí los burros. Esa petición fue apoyada por el director del Parque y finalmente fue autorizada por la dirección general de Medio Natural.
Proyectos similares a este existe en otros lugares de España, ya que estos animales, al alimentarse, eliminan vegetación combustible de los bosques y, en consecuencia, contribuyen a prevenir la aparición de incendios forestales.
En la primera semana de octubre, la Conselleria de Agricultura tuvo noticias de que el proyecto no estaba funcionando y que los animales no presentaban un aspecto adecuado, por lo que se pidió al ganadero que los retirara y diera por concluido el proyecto. EFE