Chloe Ayling, una joven de 20 años británica y modelo de profesión fue secuestrada durante seis días en Milán por un hombre que presuntamente pretendía subastarla a través de páginas web clandestinas, tal y como han informado medios de comunicación británicos. Por su parte, el Ministerio de Exteriores del Reino Unido confirmaba que está dando asistencia a una mujer, mientras que la policía italiana detenía a Lukasz Herba, un polaco de 30 años con residencia en el Reino Unido, como principal sospechoso del secuestro.
La modelo, llegó a Milán el 10 de julio para posar en una sesión fotográfica, y ese día fue secuestrada, drogada, esposada e introducida dentro de una bolsa para ser trasladarla a una vivienda aislada en Borgial, al noroeste de Turín. La chica pasó seis días atada al mueble de una habitación, antes de que sus captores decidieran llevarla hasta el consulado británico en Milán y liberarla, el 17 de julio. Herba, que confesó el secuestro, planeó el ataque durante meses y había obtenido un pasaporte polaco falso bajo el nombre de Daniel Zawada a través de internet en mayo de 2017, informó ‘The Daily Telegraph’.
Chloe Ayling, todavía en shock, tras su liberación ha explicado sus sensaciones. «Acabo de llegar a casa después de cuatro semanas y no he tenido tiempo de organizar mis pensamientos. No puedo decir nada más hasta que la policía británica me autorice «.
El caso está siendo investigado por las autoridades de Italia, el Reino Unido y Polonia. A raíz de la detención de Herba, las fuerzas de seguridad han detectado diversas subastas en línea en las que supuestamente se vendía a jóvenes secuestradas, en las que se incluía una descripción de la víctima y un precio.
La policía no ha aclarado todavía si se trata de secuestros reales o bien si el sospechoso inventó a esas víctimas para tratar de cobrar su venta o su rescate. El secuestrador, que asegura trabajar para una mafia de tráfico ilegal que opera en la internet profunda, denominada ‘Black Death Group’, exigió al agente de la modelo 230.000 libras (253.000 euros) para evitar que fuera subastada. La víctima ha relatado a la policía que el hombre que la retenía le dijo que la dejaba en libertad tras conocer que ella tenía un hijo.