València, 19 dic (OFFICIAL PRESS-EFE).- Los economistas valencianos avisan sobre la crisis que nos viene y las previsiones no son nada optimistas.
La valoración de los economistas de la Comunitat Valenciana acerca de la coyuntura ha vuelto a caer a los niveles pospandémicos, donde se veía la recuperación con escepticismo, a causa, sobre todo, de la inflación y sus efectos, por los que dan una nota a las economías valenciana y española de 4,10 sobre 10.
Así se desprende de la trigésima edición de la encuesta ‘Los Economistas Opinan’, elaborada por el Consejo de Colegios de Economistas de la Comunitat Valenciana (COEVA), patrocinada por el Banco Sabadell.
La encuesta, realizada por los Colegios de Economistas de Alicante, Castellón y Valencia, ha recogido la opinión de los colegiados de las tres provincias con el objetivo de analizar la situación económica actual.
En la presentación que se ha realizado este lunes en el Colegio de Economistas de València han estado presentes el presidente del Consejo y decano del Colegio de Economistas de Valencia, Juan José Enríquez; el vicepresidente del Consejo y decano del Colegio de Economistas de Castellón, Jaime Querol, y el tesorero del Consejo y decano del Colegio de Economistas de Alicante, Francisco Menargues.
Economistas valencianos valoran la crisis
La encuesta ha sido realizada entre el 7 y el 21 de noviembre de 2022, y ha contado con la participación de 855 colegiados: 482 de Valencia, 305 de Alicante y 68 de Castellón.
Se ha contado con diferentes perfiles profesionales, tanto en cuanto a la edad, como a su desempeño profesional en el sector público y privado, así como personas en paro y jubiladas.
La valoración acerca de la economía en la Comunitat, y sobre todo, de España, vuelve a caer a los niveles pospandémicos donde se veía la recuperación con escepticismo, y se sitúa en ambos casos en un 4,10 sobre 10.
Asimismo, la situación económica personal de los profesionales encuestados presenta un claro deterioro respecto a encuestas anteriores, puesto que en esta edición, la opción de los que se encuentran peor se ha situado en un porcentaje del 48 % frente al 30,27 % de junio de 2022 y el 25,09 % de diciembre de 2021.
De hecho, en la encuesta de hace seis meses, la opción de los que se encontraban en una situación profesional igual al ejercicio anterior era por la que más economistas se decantaron, con un 45,71 %.
La Comunitat Valenciana, peor que hace un año
Asimismo, ha aumentado el porcentaje de los economistas que consideran que la Comunitat Valenciana se encuentra en peor situación que hace un año, puesto que pasa de un 35,81 % en diciembre de 2021 a un 66 % en diciembre de 2022.
Los pronósticos para los próximos meses también van en la misma línea: la previsión a seis meses de la economía de la Comunitat Valenciana pasa de un 4,85 en junio de 2022 a un 4,00 en diciembre de 2022; y la española, de un 4,49 en junio de 2022 a un 3,80 en diciembre de 2022.
En lo que se refiere a la pregunta periódica acerca de los principales problemas de la economía de la Comunitat Valenciana, la inflación encabeza el «ranking» de manera contundente con un 69,11 %, aunque le sigue el precio de los combustibles con un 48,05 % y la inadecuada dimensión y estructura de la empresa valenciana con un 40,87 %.
LOS EFECTOS DE LA INFLACIÓN
Según la encuesta, los costes empresariales se han disparado para todo el tejido empresarial de la Comunitat Valenciana, pero afectando de manera diversa a cada territorio en función de su tipología de empresa.
Pese a que a nivel autonómico los sectores más afectados son la industria, agricultura, comercio y construcción, Castellón registra las cifras más altas en industria (4,24 sobre 5) y en agricultura (3,76), en el caso de Alicante se sitúa por delante de las otras provincias en turismo (2,77) y en servicios (2,86).
Por otro lado, se ha preguntado a los colegiados cual consideran que será el impacto que tendrá este proceso inflacionario sobre los salarios reales, y la mayoría de los encuestados considera que la pérdida de poder adquisitivo de los salarios va a tener un impacto sobre el consumo, y que los salarios reales van a sufrir un fuerte deterioro que no se recuperará ni en el largo plazo.
A los colegiados se les planteó también cómo deberían variar las decisiones en torno a los salarios privados, las pensiones, los salarios públicos, las prestaciones no contributivas y los precios públicos, en torno a tres barómetros: por debajo de la inflación, al igual y por encima de ella.
En los casos de pensiones o prestaciones no contributivas, casi se reparten por igual las opiniones de quienes consideran que deben incrementarse igual que la inflación que quienes consideran que debería reducirse.
Por el contrario, en el caso de los sueldos es más generalizada la opinión de que se deberían incrementar menos que la inflación, especialmente en el caso de los salarios públicos.
En los precios públicos es donde mayor diferenciación se registra porque se considera con un porcentaje del 72,19 % que los precios públicos deben incrementarse por debajo de la inflación, mientras que en el caso de los salarios públicos el 66,67 % de los encuestados considera que deben incrementarse por debajo de la inflación, y un 55 % en el caso de los salarios privados.
CRÍTICAS A LA POLÍTICA FISCAL
Juan José Enríquez ha indicado que España «aún no se ha recuperado de la situación prepandémica por lo que la subida de los tipos de interés perjudica la situación aún más» y ha subrayado que «el aumento de los impuestos tampoco es bueno».
«De hecho, ahora que se ha señalado que València es un magnífico destino para vivir, con estas medidas impositivas de la Generalitat conseguimos ahuyentar el talento, y que opten por vivir en otros lugares”, ha afirmado.
Por su parte, Francisco Menargues se ha referido a los impuestos que se implantarán próximamente como el impuesto al plástico, o al incremento de la cotización de los autónomos: «Mientras, seguimos sin poner soluciones a la excesiva dependencia que tenemos de otros países y que nos está castigando».
En este sentido, Jaime Querol ha aludido a «la grave situación en la que se encuentra la industria castellonense», donde «seguimos sin recibir ningún tipos de ayuda», mientras que en otros países, como Italia, que tienen una situación similar, «ya están dando subvenciones».