David Serrano, el dueño de la finca de Totalán (Málaga) en la que falleció el pequeño Julen, ha compadecido ante los medios en la mañana de este martes 5 de febrero.
Serrano ha asegurado que él mismo tapó el agujero «con dos bloques de hormigón» y que «jamás en la vida» pensó que por eso pozo «cabría un niño». Además, asegura que lo ocurrido nunca se lo va a perdonar.
Tras estas declaraciones ha mostrado el diámetro del pozo para resaltar que parece impensable que por ahí quepa el cuerpo de un niño.
En esta rueda de prensa, emitida en ‘Antena3’, David Serrano, marido de una prima de los padres de Julen, cuenta cómo fue aquel terrible día. Explica que cuando llegó a familia advirtió a todos del pozo. «Yo veía que alguien podía meter un pie y partírselo, pero jamás en la vida pensé que cabría un niño, eso jamás en la vida me lo voy a perdonar» sentencia.
Cuenta que el pequeño Julen estaba jugando cuando de repente escuchó «voces aterradoras» y cuando se acercó se percató de que el pequeño «se había escurrido entre los dos bloques y había desaparecido».
«Desde ese día todo me da igual. Ha sido Julen, podía haber sido mi niña pequeña. Eso no me lo voy a perdonar, el no haber visto ese peligro allí».