VALÈNCIA, 12 Mar.- El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, que lleva el caso por la muerte del pequeño Julen, el niño de dos años que cayó en un pozo en una finca de Totalán, ha tomado declaración este martes como testigo al hombre que hizo la perforación, así como, a la persona que realizó una zanja junto al talud que limita dicho agujero.
El pocero, ha declarado que el pozo lo dejó «todo muy bien tapado» y que fueron unas obras posteriores, al realizar una zanja, quienes posiblemente, movieron las piedras de gran peso que tapaban el agujero, comparecerá a petición de la Fiscalía junto con la declaración de otros testigos, como los padres del pequeño, José y Victoria, y guardias civiles que intervinieron en el rescate; y también, pero como investigado, del dueño de la finca donde se encuentra el pozo, David Serrano, en este caso por un presunto delito de homicidio por imprudencia.
El dueño de la finca y tio de Julen, David Serrano, siempre ha mantenido que el pozo no estaba bien cerrado y que confió en la experiencia de un profesional, como lo es el pocero que está este martes llamado a declarar, para que gestionara todo lo relacionado con los trámites administrativos y realizara la la perforación de agua.