Fallas
Estas son las propuestas de los candidatos a presidir Junta Central Fallera
Publicado
hace 6 añosen
Los cinco candidatos aspirantes a dirigir una de las Delegaciones más representativas del Ayuntamiento de València como es Cultura Festiva, se han dado cita este lunes en un debate en el que se han puesto de manifiesto las diversas propuestas que las formaciones políticas recogen en sus respectivos programas electorales.
Amparo Picó (Ciudadanos), Santiago Ballester (PP), Pilar Bernabé (PSOE), María Oliver (Unidas Podem) y Pere Fuset (Compromís) han protagonizado un debate emitido en Levante TV en el que temas como la politización de la fiesta, la necesidad de un Congreso Fallero, la profesionalización de Junta Central Fallera (JCF), la relación del colectivo fallero con la Administración, la financiación de las fallas y los problemas a los que se enfrentan los falleros y falleras se han tratado en mayor profundidad.
¿Pactarían a cambio de ceder la delegación de Cultura Festiva?
Cuando apenas faltan menos de 20 días para las elecciones municipales, y en base a los resultados electorales obtenidos en clave autonómico el pasado 28 de abril, una de las opciones que se podría dar es la necesidad de pactos para formar gobierno. Todos los candidatos han coincidido en asegurar que su formación sale «a ganar» y ocupar la delegación de Cultura Festiva. «Nosotros pactaremos programa, no sillas», ha señalado Oliver. En la misma línea se ha pronunciado Fuset al detallar que «es una cuestión más del qué que del quién, aunque para Compromís ha sido una de nuestras referencias de gestión de estos cuatro años».
Ballester apuesta por «ganar las elecciones pero si llegado el momento hay que pactar, hay que mirar por el bien común de la fiesta». «Debate y consenso» son las claves a las que ha hecho referencia Bernabé en su apuesta para afrontar los retos del futuro de la fiesta. Por su parte, Picó avanzaba que si su formación lograba dirigir la delegación pasaría a llamarse ‘Concejalía de Fiestas y Tradiciones’.
Problemática fallera
Durante el debate se ha realizado una ‘radiografía’ de los problemas más comunes de la fiesta, así como las oportunidades de mejora. El actual presidente de JCF ha argumentado su objetivo de «minimizar los problemas y aprovechar las oportunidades», especialmente en uno de los temas que más controversia genera como es la convivencia con los vecinos, abogando por las «mesas de diálogo» en las que todos los agentes puedan expresarse y aportar soluciones. Asimismo, María Oliver ha señalado la desigualdad entre las fallas de diversas categorías como un aspecto a minimizar distribuyendo los «recursos en función del bien común».
La representante de Ciudadanos ha acusado a Fuset de «politizar la fiesta y de la falta de coordinación de las delegaciones municipales implicadas para agilizar y facilitar las gestiones de las fallas». A este respecto, la socialista Pilar Bernabé ha incidido en dotar a JCF de los recursos necesarios para ayudar a las comisiones a gestionar sus trámites. Coincide con Oliver en la necesidad de analizar la financiación, apostando para ello por crear una tasa turística que se repercuta y distribuya entre todas las fallas. Por su parte, Santiago Ballester ha lamentado la imagen que muchas veces se tiene de los falleros, abogando por «tender la mano a quienes la hacen posible y entre ellos están los vecinos, artistas, …».
Las fallas, ¿una fiesta politizada?
Uno de los temas que más tensión y debate ha generado entre sus protagonistas guarda relación con la politización de la fiesta y el hecho de que, cada vez más, las listas de candidatos a las municipales se encuentren con nombres de reconocido prestigio de la fiesta como Falleras Mayores de València, presidentes de Asociaciones, de falla, … Oliver y Ballester coincidían en que es «lógico» que los falleros también quieran tener «voz». Picó se expresaba en la misma línea al asegurar que «no está reñido ser político y fallero, siempre y cuando no se politice la fiesta».
Bernabé detallaba que los «partidos buscan poner en valor a las personas que más conocen una temática para poder gestionar de la mejor manera», mientras que Fuset acusaba a la «derecha de querer politizar la fiesta», abogando porque «sean los falleros desde las bases quienes puedan votar a quién quieren para presidir JCF» con la intención de lograr cierta independencia del Ayuntamiento, pero insistiendo en que deben «ir de la mano de la Administración».
Congreso Fallero, ¿sí o no?
Desde el año 2001 no se ha celebrado un Congreso Fallero, algo que es necesario para poder cambiar aspectos del reglamento que necesitan avanzar al ritmo que evoluciona la sociedad. En este sentido, Pilar Bernabé ha destacado la necesidad de «si no se regula la celebración de un Congreso sí que habría que regular el poder actualizar aspectos del reglamento mediante mecanismos y herramientas sin que pasen años sin poder hacerlo». Fuset recordaba que este año se propuso la celebración de dicho Congreso y que el «86,6% de la Asamblea de Presidentes se opuso». En este punto, Ballester justificaba esa negativa en «las tensiones actuales». Picó apostaba por un «Pre- Congreso» como fórmula para poder modificar esas partes del reglamento más obsoletas.
Profesionalizar JCF, punto de unión
La profesionalización de JCF es un punto de consenso entre todas las formaciones. Todos los representantes políticos han coincidido en resaltar el gran trabajo desinteresado que realizan los miembros de JCF en sus diversas delegaciones. En este punto, la representante socialista considera «necesario aumentar la partida de personal» del organismo, especialmente en Administración , protocolo y medios de comunicación.
La apuesta del PP a este respecto pasa por «destinar 2 personas en JCF destinadas a ayudar a las comisiones con los trámites y gestiones» además de poner en marcha una «delegación de sponsors». Desde Ciudadanos estiman la necesidad de realizar «una auditoría interna» para conocer las necesidades del ente y dotar de mayor personal y operatividad que se requiere.
Otras fiestas de la ciudad
Las fiestas más representantivas de la ciudad también han tenido cabida en el debate. Santiago Ballester aboga por una cabalgata de Reyes en la que el belén regrese a la Plaza del Ayuntamiento y durante el festejo se realice una adoración viviente». Amparo Picó ha lamentado la «poca difusión» que tiene la Semana Santa Marinera de València, la segunda fiesta de mayor participación de la ciudad y que es declarada de Interés Turístico Nacional. Ante la «falta de promoción» proponen «ponerla en valor dado que en ella reside la esencia de los poblados marítimos».
María Oliver ha cuestionado la ‘Fira de Juliol’ y ha confiado en su potencial para poder dotarla de «mayor transcendencia». Pilar Bernabé ha detallado la apuesta de futuro que son los niños para una fiesta tan arraigada en la ciudad como es San Vicent, proponiendo realizar la representación de los milagros en los teatros de la ciudad y, a su vez, crear una ruta vicentina.
Pere Fuset ha realizado autocrítica. Si bien ha destacado la Fira de Juliol, el ‘Nadal a València’ y la dignificación de las diversas fiestas de la ciudad como 3 aciertos de su gestión, el edil ha reflexionado sobre aquellos puntos de mejora en los que incidir como es el sacar adelante los «presupuestos participativos», realizar «un estudio del impacto económico de la fiesta» así como la celebración del Congreso Fallero.
Las propuestas de los candidatos
En el minuto final destinado a cada candidato, cada uno de ellos ha abogado por hacer un llamamiento y defensa de su gestión. La socialista Pilar Bernabé defiende su candidatura en el «trabajo, gestión eficaz y la unión de todas las sensibilidades como la mejor forma de gestionar las fiestas de la ciudad en la que todos tienen cabida».
El popular Santiago Ballester aboga por la «gestión de calidad, conciliación y transparencia» con iniciativas como «aumentar un 5% el presupuesto para las fallas, siempre y cuando éstas lo aumenten otro 5%».
La representante de Ciudadanos, Amparo Picó, es quien más crítica se ha mostrado con el gobierno actual. «Las fiestas son apolíticas y no vamos a consentir injerencias ni enfrentamientos del colectivo festivo con el Ayuntamiento». Entre sus medidas propuestas destaca una «gestión efectiva» a través de la puesta en marcha de una delegación para agilizar trámites, la creación de una delegación propia y vicepresidencia de Juventud; una «financiación justa» impulsando una marca de Fallas de València cuyo beneficio repercuta directamente en la fiesta, realizar un estudio económico de las fiestas y las fallas; y la «promoción local, nacional e internacional» de las Fallas.
Por su parte, María Oliver, de Unidas Podemos, considera necesario hacer «autocrítica» en una fiesta que «cada vez es más grande», apostando por «dignificar» a quienes la hacen grande y que actualmente es un trabajo «casi precario» como son los artistas falleros, músicos,… «La dignificación de las actividades en espacios públicos» es otro de los aspectos a potenciar por esta formación.
Pere Fuset, de Compromís, cerraba el turno de intervenciones partiendo de la premisa de que la diversidad de la fiesta la convierte en un «motor social, económico y cultural». Los cuatro años al frente de Cultura Festiva y el «notable» otorgado por la ciudadanía a su gestión han apoyado sus palabras en las que ha destacado la «recuperación del patrimonio y sus tradiciones, así como la descentralización de la fiesta» Es consciente de que «queda mucho por hacer, y muchas oportunidades de mejora» para lo que ofrece «trabajo y transparencia», así como que le den la confianza cuatro años más para llegar a matricula de honor.