Hugo Román
“Esta noche he visto a Freddie Mercury” Esa la sensación y el pensamiento que te queda una vez termina el espectáculo de God Save The Queen, la banda tributo más importante del planeta que visitó hace unos días Valencia.
Todos los admiradores del genio Mercury se emocionaron (nos emocionamos) en el Palau de les Arts Reina Sofía. Esa noche vivimos sin duda todos los presentes un momento mágico (a kind of magic)
Porque el que acuda a este espectáculo se va a encontrar con Freddie Mercury. El parecido de Pablo Padín, su vocalista, es asombroso. Es Freddie Mercury en todo momento. La impresionante voz del carismático líder de la banda británica vuelve a sonar de nuevo sobre un escenario. Si a eso le sumamos la excelente imitación de Brian May (recorriendo igual el escenario a pequeños saltos mientras levanta su mano derecha) los movimientos de Deacon con su bajo y de Roger en la batería pues tenemos eso: el mejor tributo del mundo.
Ver a Queen con Freddie Mercury en un directo. Algo que parecía imposible y que gracias a este espectáculo “sucede”. Te metes tan dentro del concierto que cierras los ojos y te sientes como en Wembley 86. Por favor, the show must go on!
De verdad, como seguidor de Queen que soy, he perseguido tributos y toda clase de musicales en busca de poder sentir le esencia de Freddie en escena y esa noche por fin lo conseguí: se mueve igual, canta igual y hasta físicamente es igual.
God Save The Queen realiza un viaje desde los orígenes de la banda británica hasta sus últimos años en activo con la formación al completo. Y lo hace tanto musical como visualmente. God Save The Queen recorre cada uno de los periodos de Queen: desde los primeros Queen, Queen II, Sheer Heart Attack o A Night at the Opera pasando por The Game o Hot Space hasta llegar a la etapa de A Kind of Magic, The Miracle e Innuendo.
Somos testigos de la evolución de los británicos gracias a los temas perfectamente ejecutados por estos Freddie, Brian, Roger y John argentinos y que gracias a sus cambios de vestuario (según la estética del periodo que interpretan) consiguen “engañarnos”. Nos hacen creer que estamos viendo a la mítica formación original. ¡Gracias!
Todo está cuidado al máximo para que sientas y vivas como sería ver a Queen en directo. Los juegos de luces, la iluminación, el vestuario, todo está cuidado hasta el más mínimo detalle.
¡God Save the Queen, God save this show!
