(EFE).- Un equipo de investigadores de la Guardia Civil, que ha contado con la colaboración de perros especializados en la detección de restos humanos, ha encontrado posibles evidencias de restos biológicos en un coche propiedad del principal sospechoso del asesinato de Marta Calvo.
Según han informado a EFE fuentes judiciales conocedoras de estas nuevas pesquisas, los perros han marcado dos zonas en el maletero del vehículo pero de forma «poco concluyente».
Las mismas fuentes han insistido en que «no ha sido un marcaje concluyente» y han explicado que, a simple vista no se observaba ninguna mancha ni evidencia de restos de ningún tipo, por lo que las muestras deberán ahora ser analizadas en profundidad bajo la luz forense y en laboratorio.
El vehículo en cuestión es un Volkswagen Passat que el sospechoso, según los investigadores, podría haber utilizado para trasladar el cuerpo de Marta Calvo y del que trató de deshacerse tras la muerte de la joven.
La Guardia Civil solicitó el pasado mes de octubre al juez de Instrucción 20 -que dirige la investigación por la muerte de Marta Calvo y otras dos mujeres, además de otros intentos de homicidio, todos ellos atribuidos al mismo sospechoso- que se retrasase una declaración del acusado precisamente para disponer de más tiempo para la realización de esta investigación en el vehículo.
El detenido, que se entregó el 4 de diciembre del año pasado en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent (Valencia), sostiene que la muerte de la joven fue «un accidente» tras haber mantenido una relación sexual con consumo de cocaína, y que procedió a desmembrar el cuerpo, cuyas partes distribuyó en varios contenedores.
Tras ocho meses de búsqueda y miles de toneladas de basura revisadas, la Guardia Civil -y el personal contratado para ello- no hallaron ningún resto humano en el vertedero de Dos Aguas, que recibe los contenedores de l’Olleria y Alzira, donde supuestamente el autor confeso del crimen arrojó los restos del cuerpo de la joven.
El autor confeso de la desaparición del cuerpo de Marta Calvo, Jorge Ignacio P.J., es de origen colombiano, tiene antecedentes por narcotráfico y se encontraba en situación irregular en España cuando supuestamente cometió el crimen.
Está investigado además por el fallecimiento de otras dos mujeres y una tentativa de homicidio, y ha sido denunciado por otras chicas por la práctica de relaciones sexuales con cocaína, una sustancia que pudo haber sido determinante en la intoxicación fatal de las jóvenes.