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Independiente de Cataluña – Real Español: 1-0. ¿A qué jugamos?, por @frandisiz

Publicado

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Paco Ferrandis

La fecha señalada para la celebración del referéndum hacia la independencia virtual de Cataluña, no puede ser casual: el incierto, alarmante y confuso 1-O, que bien podría asimilarse a la inauguración del marcador en cualquier juego de pelota, como el fútbol, por ejemplo. Este podría ser el desarrollo del (des)encuentro:

1-0. (Marcado en clarísimo fuera de juego constitucional).

Se adelanta en el tanteador el Govern de la mayoría parlamentaria -que no electoral- del movimiento independentista catalán, lo que le aporta las siguientes ventajas tácticas:

  • Juega al ataque y va por delante del Gobierno Español en el juego político, el cual, además, se encuentra a la defensiva y actúa a rebufo de las iniciativas que adopta el Govern Català. Mientras, la mayoría social y electoral catalana -que no es independentista- como cualquier mayoría silenciosa que se precie, calla (aunque vota que es un primor).
  • Se ha asegurado la presencia machacona en los medios de comunicación, de manera que copa día tras día las parrillas televisivas, las ondas de radio y el papel-prensa, sin fisura alguna.
  • Con la inauguración del marcador político y social, y el miedo que ha metido en el cuerpo de la clase política y de los ciudadanos en general, se garantiza que -sea cual sea el resultado final- se acabará mejorando el posicionamiento de Cataluña dentro de la estructura estatal, con el logro de mayores cotas de autogobierno, la obtención de más recursos económicos e inversiones estatales en infraestructuras (para empezar ya han sido aprobados 4.200 millones por el Gobierno de Mariano Rajoy). Probablemente, se producirá también el reconocimiento de Cataluña como nación, mediante una reforma simple o reforzada de la Constitución Española.
  • Al mismo tiempo, le permite correr un tupido velo con la estelada para tratar de cubrir las vergüenzas del régimen corrupto del 3%, que de forma tan eficiente gestionó la saga de los Pujol y otros dirigentes de la virtualmente extinta Convergència Democràtica de Catalunya.

Forofos de estas jugadas estratégicas no le van a faltar al seleccionado nacional independentista: tanto Podemos como el nuevo PSOE del renovado secretario general Pedro Sánchez, ya se han manifestado favorables al tratamiento fiscal privilegiado para Cataluña, respecto de los demás pueblos de esa nación de naciones que atiende al nombre de España. (Por cierto, ¿Valencia será la tercera nación, después de Cataluña y Euskadi?).

Que en el camino hacia el triunfo algunos miembros del Governy otros líderes políticos independentistas hayan acabado chupando banquillo -por el cese en sus funciones-, o sentados en el banquillo de los acusados para terminar inhabilitados, supone un precio insignificante en comparación con los beneficios que pueden obtener en conjunto. En este sentido, existe una buena cantera de políticos valencianos que, habiendo sido declarados no culpables o no imputados en procesos judiciales contra la corrupción, hace tiempo que han sido inhabilitados de facto, tras pasar por el largo y tortuoso camino que conduce hacia la pena de telediario. Véase:

  • Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, por el contencioso de los trajes.
  • Alfonso Grau, exprimer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia, por el caso Nóos.
  • Sonia Castedo, exalcaldesa de Alicante, a quien le archivaron el caso Rabasa, aunque tiene pendiente otro proceso.
  • Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia, investigada por el llamado pitufeo de 1.000 euros y el caso Ritaleaks (gastos en viajes y bolsos, denunciado por Compromís, del que fue absuelta), con el resultado de su inhabilitación política y su postrera muerte física.
  • En esa misma línea, cuando en España no había más madera en materia de corrupción que aquello que los medios de comunicación españoles denominaron #LoDeValencia, el líder político valenciano Esteban González Pons vio truncado su camino hacia un Ministerio en el Gobierno del PP porque una campaña bien orquestada lo señaló como “presunto implicado” en un caso de corrupción…

1-1.

No obstante, el Estado Español es una maquinaria algo anticuada, pero a la vez potente y más o menos bien engrasada. De momento, aunque parece ir a remolque de las desafiantes iniciativas del Govern Català (más verbales y gestuales que efectivas), esconde sus mejores cartas (como también trata de hacer el independentismo) con el objetivo de intentar empatar el envite, primero, y acabar venciendo finalmente en el pulso lanzado por los soberanistas catalanes. Por ello, dirige una batería completa para sojuzgar la voluntad ganadora del adversario:

  • La fiscalización semanal de las cuentas de la Generalitat Catalana por el Gobierno de España, al objeto de impedir que se desvíen gastos finalistas hacia la organización del referéndum por la autodeterminación.
  • La Fiscalía y la Judicatura pisan los talones a las autoridades catalanas que pudieran resultar responsables de organizar la consulta inconstitucional, y que podrían resultar inhabilitados y, lo que es peor, sancionados con multas que afectaran al patrimonio personal de los condenados.

Según lo expuesto, lo normal es que la partida acabe en tablas. Pero sabemos que en el fúrbol todo puede ocurrir hasta que el árbitro pita el final del partido: desde que algún equipo marque en el último minuto y logre la victoria… hasta que alguien acabe en prisión…

Aunque casi lo más probable es que el empate conduzca a una prórroga interminable… a nuevas y tediosas temporadas de Pasión de Catalanes.

De todas las maneras, aunque el Gobierno Español acabe imponiéndose en el reto separatista y logre impedir la celebración del referéndum, los independentistas siempre podrán celebrar el 1-0 inaugurador de la temporada, y exclamar: “que nos quiten lo bailao“.

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