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Yolanda Díaz admite que conoció la denuncia de 2023 contra Íñigo Errejón

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Yolanda Díaz- EFE/Ana Escobar

Madrid (OFFICIAL PRESS-EFE).- La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha explicado públicamente su decisión de «expulsar de sus funciones» en Sumar a Íñigo Errejón tan solo 48 horas después de la denuncia hecha pública por la periodista Cristina Fallarás. Díaz también ha señalado que no intervino en un caso previo, ocurrido en verano de 2023 en Castellón, debido a que, tras consultar con Podemos y Más Madrid, recibió la confirmación de que había sido investigado y archivado.

Detalles de la decisión y las conversaciones con Errejón

En una rueda de prensa en el Congreso, Díaz detalló la cronología de los eventos en torno a la salida de Errejón, quien hasta entonces era portavoz de Sumar en el Congreso. Díaz explicó que fue informada del testimonio de Fallarás el martes 22 de octubre, tras su intervención en el Congreso. Al día siguiente, después de participar en una cumbre hispano-portuguesa en Faro, contactó a Errejón, quien admitió los hechos en una conversación que Díaz describió como «una de las más difíciles de su vida». La decisión de expulsarle fue comunicada el jueves, sin mediar expediente disciplinario.

Según Díaz, aunque Errejón compartió un comunicado en redes sociales sobre su dimisión, este no representa en absoluto su postura. «Fue un mensaje que no comparto en absoluto», declaró, refiriéndose a la nota de Errejón en la que ligaba su salida a un discurso sobre el machismo.

¿Por qué no intervino en el caso de 2023?

Díaz también aclaró las razones de su falta de intervención en un caso de redes sociales en verano de 2023, vinculado a Castellón. Explicó que tras consultar a Podemos y Más Madrid, recibió la confirmación de que el expediente se había cerrado. «No volví a saber nada de este hecho», añadió. Díaz subrayó que, en las listas para las generales de julio, desconocía cualquier denuncia de gravedad como la de la semana pasada. «Si hubiera tenido la menor sospecha de que Errejón o cualquier diputado fuera presunto agresor, habría actuado con la misma contundencia que he mostrado esta semana», aseguró.

Crisis en Sumar y su compromiso con las víctimas

La vicepresidenta reconoció que esta situación supone un «coste» para Sumar, pero insistió en que el feminismo es un movimiento imparable y que no hay lugar para la impunidad ante la violencia machista. Expresó también sus disculpas a la ciudadanía y su apoyo a las víctimas de violencia sexual, enviando un mensaje de ánimo a denunciar cualquier tipo de acoso. «Sí vale actuar», declaró.

Díaz destacó que el feminismo es una lucha constante y que la violencia sexual es una cuestión que debe abordarse sin importar ideologías políticas. Además, reafirmó su compromiso de actuar en defensa de la ejemplaridad en la vida pública y privada.

El impacto de la crisis en el proyecto de Sumar

Díaz reconoció que los «graves y dolorosos» hechos impactan negativamente en la confianza de la ciudadanía hacia el proyecto de Sumar. Sin embargo, reiteró que volvería a actuar del mismo modo.

La dimisión de Íñigo Errejón: Toxicidad y patriarcado

El que fuera uno de los fundadores de Podemos ha explicado que deja la política tras un periodo de reflexión de meses que fue “más intenso” en las últimas semanas. Dimite como portavoz de Sumar, deja su escaño en el Congreso y abandona todas sus responsabilidades políticas.

No obstante, Errejón sí hacía mención en su mensaje a la “subjetividad tóxica” en el caso de los hombres y que “el patriarcado multiplica”.

“En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo”, ha explicado.

Errejón ha apuntado que llevaba diez años ocupando posiciones de representación pública en la política institucional “de altísima visibilidad y exposición mediática”. Además, ha incidido en que esta trayectoria le supone un motivo de “orgullo” pero también genera “un tipo de vida, una cotidianidad, una subjetividad, un tipo de vínculos con el ámbito público, con la fama y con los demás que pasan factura”.

“El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, mi salud mental y mi estructura afectiva y emocional”, ha añadido.

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