VALÈNCIA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) –
Un interno del centro penitenciario de Picassent (Valencia) ha intentado prender fuego al colchón de su celda, ubicada en el módulo destinado a los reclusos muy conflictivos, aunque un trabajador evitó que el fuego se propagara, según ha informado en un comunicado la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip).
Los hechos se produjeron sobre las 22.40 horas de la pasada jornada, cuando un funcionario de servicio se percató de la existencia de gran cantidad de humo en la galería del módulo 11 de Picassent, que impedía completamente la visión.
El trabajador entró a la celda para rescatar al interno que voluntariamente había causado el incendio. El recluso tuvo que ser trasladado al Hospital General de València por inhalación de humo, aunque regresó al centro a las pocas horas. Por su parte, varios funcionarios se vieron afectados por picores en los ojos, nariz y garganta.
Según el sindicato, se trata de un interno muy conflictivo, clasificado en primer grado de tratamiento en el módulo 11 del establecimiento penitenciario de Valencia. Este alberga a internos muy peligrosos, en su mayoría reincidentes y que han tenido graves problemas de convivencia.
De hecho, este recluso ha protagonizado numerosos altercados durante su estancia en el centro, en varios módulos, y de forma habitual ingiere todo tipo de objetos para forzar ser
trasladado al hospital, además de haber llevado a cabo algún conato de incendio con anterioridad, detalla Acaip.
En este tipo de casos, la organización sindical explica que pese a que los colchones empleados en las celdas de las prisiones están
concebidos para evitar que ardan, su composición provoca que en caso de incendio se genere una gran cantidad de humo, lo que además impide la respiración.
SIN PREPARACIÓN PARA ACTUAR EN INCENDIOS
Desde el sindicato advierten que la mayoría de los trabajadores de prisiones no ha recibido una preparación adecuada en lucha contra incendios, además de denunciar que «en los últimos años se ha
reducido de forma drástica la formación en este materia».
«Hace dos años, sin ir más lejos, ningún funcionario de prisiones de España recibió formación de este tipo», mientras que «el año pasado en Valencia solamente la recibieron unos 25, pero la duración de esa formación se ha reducido de las 20 horas que se impartían anteriormente a tan solo cinco», ilustran.
Además, desde Acaip subrayan que «los trabajadores penitenciarios que no reciben ningún tipo de reconocimiento por su labor, ni siquiera de sus superiores». Ponen como ejemplo que, en el último video de felicitación navideña del Ministerio del Interior, «mientras se ofrecían imágenes de otros cuerpos mostrando actividad, servicio público y profesionalidad, se mostraba una imagen triste, lúgubre y oscurantista de un trabajador de prisiones, totalmente alejada de la realidad diaria». El sindicato exigió una rectificación pública que «nunca llegó a producirse».
EXIGEN RECONOCIMIENTO A ZOIDO
Ante esta situación, en la central sindical entienden que «los trabajadores han ido más allá de lo que su deber les
exige», y que «merecen un reconocimiento público a su actuación». El próximo lunes, 5 de marzo, Acaip remitirá un escrito al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, solicitando el reconocimiento público de la labor de estos funcionarios de prisiones, de
acuerdo a lo previsto en la normativa penitenciaria vigente.
El sindicato quiere que se dé a conocer a la opinión pública «las condiciones extremas en las que llevan a cabo su labor, muy desconocidas por la mayoría de los ciudadanos». Así mismo, el hecho de que los funcionarios que trabajan en estas condiciones «solamente perciben un plus de 86 euros brutos al trimestre, mientras en fechas recientes la Administración penitenciaria ha realizado un reparto discrecional de hasta 2.184 euros netos para personal directivo».