El Juzgado de Instrucción número 2 de Granada ha vuelto a la carga, y en un auto dictado este viernes, ha puesto una nueva fecha para que Juana Rivas entrege a sus hijos al padre, Francesco Arcuri a quien la justicia española le ha ido dando la razón sentencia tras sentencia. Concretamente, establece que el próximo lunes a las 17 horas tendrá que acudir a un ‘punto de encuentro’ a hacer efectiva la entrega, a lo que se ha negado hasta la fecha, desde que el pasado 26 de julio, el juzgado encargado del caso dictara la primera sentencia desfavorable a la conocida ‘Madre de Macerena, localidad granadina de la que es originaria y en donde se encuentra desde que huyó de Italia con sus hijos.
Así, este nuevo auto judicial investiga los posibles delitos de sustracción parental de menores y desobediencia a juez después de la desaparición de Juana Rivas el pasado 26 de julio y frija un ultimatum a la madre que un Juzgado de Guardia resolvió con la ‘libertad provisional sin fianza’, después de que se presentara de forma voluntaria en el juzgado para resolver su situación personal, aunque el juzgado no entraba a tratar el fondo de la cuestión, la situación de sus hijos.
«La no entrega de los menores conlleva la imposibilidad material de ser oídos en su caso y si se estimare necesario, además de una posible alienación parental de los hijos, dado el tiempo que permanecen los menores bajo la potestad de su madre y otras personas que han debido tener que ayudar a la madre a custodiar dichos menores en paradero desconocido y bajo la presión circunstancial de la situación imputable a la madre», expone la juez en el auto.
Cabe recordar que Arcuri fue condenado en 2009 por un delito de lesiones en el ámbito doméstico a tres meses de prisión. El italiano se defiende alegando que la sentencia responde a un ‘acuerdo de conformidad’ con el fin de facilitar las visitas a por aquel entonces su único hijo.