MADRID, 7 Dic. (CHANCE) – A vueltas con la paternidad de Javier Santos, Julio José Iglesias se ha mostrado de lo más natural ante esta intensa batalla judicial que está viviendo su padre y su supuesto hermano. Desde que el caso del joven valenciano volviese a la justicia española, su nombre ha estado en boca de todos debido a que la prueba de ADN que reabrió la causa es suya.
Un poco molesto, Julio José confiesa a la periodista Beatriz Cortázar: «Me ha sentado muy mal que me quitaran mi botella de agua cuando estaba haciendo deporte. La dejé en el coche y cuando regresé, tras horas de entrenamiento, no la encontré. Mi madre se rió cuando se lo comenté y con mi padre ni lo he hablado». Además, el cantante explica a Corazón Tve que se hará las pruebas «siempre y cuando mi padre lo autorice. De momento no me ha llegado ninguna notificación t el día que me lo digan hablaré con mi padre y haré lo que me diga. De todas formas es un asunto que nunca comento con él. Es verdad que a Javier le conocí con 20 años, hablamos unos minutos y me cayó bien. Por entonces era un chaval. Que tanto tiempo después ocurra todo lo que está pasando me deja un poco perplejo».
A pesar de todos los problemas que le pueda causar esta situación, el hijo mayor de Julio Iglesias reconoce que «si me encuentro con Javier en algún sitio lo saludaría. Sé que es un tema que igual tengo que hablar con mi padre para que me explique pero no es un asunto que despierte mi curiosas y no es un tema de dinero porque tengo bastante. Vamos, soy millonario».
