VALÈNCIA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) –
María Jesús, conocida en su círculo de amigos como Maje, acusada junto a su amante de la muerte de su marido en Patraix, València, seguirá en prisión preventiva por riesgo de fuga y al estimar la Audiencia que no hay dudas de su presunta participación en los hechos. «Así lo reconoció inicialmente con todo lujo de detalles», recuerda.
Así consta en un auto, en el que el tribunal desestima el recurso interpuesto por la mujer contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia que acordó su ingreso en prisión preventiva por el asesinato de su esposo. También fue a la cárcel su amante, Salvador, quien ha confesado ser el autor material del crimen.
La mujer recurrió la prisión preventiva y alegó que no existían indicios de su participación en el asesinato de su marido. Al respecto, recordó que ante la Policía declaró que no creía capaz a Salva –su amante– de hacer nada a su marido; y que fue éste quien reconoció que ideó la forma en que muriera y la exculpó de cualquier participación.
También defendió que le extrañó y no quería el seguro de vida que le hizo Salva en noviembre de 2017 y que no puede considerarse que ella se ausentara de su casa el día del crimen para que su marido aparcase en la plaza de garaje –donde fue asesinado– dado que ya un vecino declaró que él lo hacía siempre ahí –y no ella–.
Frente a estos argumentos, la acusación particular impugnó el recurso y alegó que Maje reconoció el 10 de enero de 2018 que se había puesto de acuerdo con Salvador para planear y ejecutar la muerte de su marido, Antonio. También se refirió a las intervenciones telefónicas que «evidencian un interés económico patente» y a las cartas de amor a Salvador para «generar una obsesión por ella, haciéndole creer que tenía una situación de maltrato y abandono por parte de Antonio y que la única solución era hacerlo desaparecer».
El fiscal también impugnó el recurso al entender que las actuaciones acreditan indiciariamente la autoría de Maje por inducción y cooperación necesaria en la comisión del asesinato. Considera que de las declaraciones y pruebas practicadas se desprende que fue Maje quien determinó a Salvador a cometer la acción homicida y cooperó en la ejecución de la misma con varios actos: le facilitó las llaves de acceso al lugar del crimen –el garaje–; le suministró información detallada sobre los horarios de la víctima; y consiguió que ésta acudiera al lugar donde Salvador le estaba esperando dejando libre su plaza de aparcamiento. El ministerio público recuerda, además, la gravedad de la pena que se le podría imponer por estos hechos, que va de los 20 a 25 años de prisión.
La Audiencia, tras estudiar el recurso de Maje, lo desestima al ver riesgo de fuga y ante la gravedad de la pena a la que se enfrenta. También cree que no existen dudas respecto a su presunta participación en los hechos.
Al respecto, alude a diferentes indicios como las comunicaciones intervenidas entre Maje y su amante, que evidencian la relación entre ellos y la «manipulación» a la que sometía a Salvador; la información que ella le facilitó a su amante para cometer el crimen; la entrega de las llaves del garaje; y la ausencia de ella ese día buscándose coartada. Pasó la noche con otro amante y le dijo a la víctima que tenía que trabajar ese día. Junto a ello, expone que Maje era la beneficiaria de la desaparición de su marido, «bien por causas personales o económicas».