La exposición “Músicos Callejeros” de Alberto Usó llega al Mercado de Colón

“Vida sólo tenemos una, pero si sabemos vivirla, con una, es suficiente”.

Ese es el lema de Alberto Usó, un tipo afable, de esos que te reciben con un abrazo. De esos que no puedes dejar de escuchar contar sus mil y una aventuras vividas alrededor del mundo. Historias contadas también por su cámara de fotos, esa que precisamente nos narra con todo tipo de detalles su último viaje fotográfico en los volcanes de Islandia.

En el corazón del Mercado de Colón, en ‘Las Cervezas del Mercado by BWK’ , se puede disfrutar de “Músicos Callejeros”, título de la exposición de fotografías de este castellonense que recoge una selección del trabajo de cuatro años captando momentos únicos de músicos actuando, siempre en la calle, siempre en movimiento.

fotos Eva Ripoll

Usó, socio del colectivo Nómadas Click, nació en Castellón en 1950 y desde su juventud no ha parado de viajar con su cámara, su compañera de viaje indispensable. Tras tantas aventuras y tantos viajes, ha ido recogiendo la esencia de los lugares y sus gentes, algunos indómitos, otros peligrosos, pero todos muy interesantes para las numerosas exposiciones fotográficas que ha hecho.

fotos Eva Ripoll

Una de las muchas exposiciones, tuvo lugar también en Las Cervezas del Mercado y reflejaba las miradas de mujeres de Namibia, Níger, Argelia, Tanzania, Camboya, Brasil, Ecuador, Peru, Argentina, Chile, Borneo, Etiopía y Nepal.

En esta ocasión, vuelve al primer mundo para reflejar otras de sus pasiones como son la música, la gente y la alegría de vivir. Al comenzar a fotografiar músicos, era difícil captarlos con tanto movimiento, pero tras ir en varias ocasiones, conseguía que colaboraran con su trabajo por lo que no sólo captó momentos, sino que también, y como siempre, hizo amigos.

fotos Eva Ripoll

Su pasión guía sus pasos, una pasión que realiza de manera altruista, dando voz a los que más lo necesitan. No solo voz, también una oportunidad a una vida mejor. Actualmente tiene tres niñas ahijadas en Katmandu y tres ahijados en Etiopía a los que visita cuando tiene un hueco, viendo con satisfacción como mejoran como personas en un mundo que en el fondo no es tan distinto al nuestro.

Usó ha vuelto a muchos de los lugares y ha entablado relación con algunas tribus, intentando colaborar con ellos, como por ejemplo en el último viaje que realizó en diciembre al Valle del rio Omo.  Con el importe total del dinero que recaudó con la venta de una edición de libros con fotografías suyas, le permitió comprarles en el origen: comida, mantas, cazuelas, ropa, medicinas e incluso ayudarles en la construcción de cabañas.