Noviembre es ya, en sólo 10 días, el peor mes de la segunda ola de la pandemia de coronavirus en la Comunitat Valenciana. Ayer se batió otro triste récord, el de fallecimientos diarios, con 26 decesos. La semana pasada también se superaron todas las cifras anteriores de contagios diarios: 2.327 el sábado, 1.969 el martes y 1.804 el miércoles, los tres peores días de toda la pandemia. Sólo en una semana ha habido cerca de 9.000 nuevos contagios y 83 muertes.
También preocupa el dato de las hospitalizaciones, que según los expertos va asociado a más muertes en el futuro. La Comunitat roza el 15% de ocupación de camas por pacientes de COVID-19 (1.554) y el 25% en las UCI (248), lo que en la práctica significa que se está ya muy cerca del nivel de riesgo extremo marcado por el Ministerio de Sanidad.
En cuanto a la tasa de incidencia, 12 áreas de salud de la Comunitat superan los 250 casos por cada 100.000 habitantes, lo que según la clasificación del ministerio las coloca en situación de riesgo extremo. Uno de estos departamentos de salud, el de Elda, supera los 600 casos. Otros 7 (Orihuela, Requena, Vinaròs, Xativa-Ontinyent, València Clínic-La Malva-rosa, La Plana y Gandia) están por encima de los 300. Traducidas en cifras, esas doce áreas de salud significan casi la mitad de la población de toda la Comunitat Valenciana.
En el mismo nivel, riesgo extremo, está la tasa de positividad, el número de positivos que se detectan en las PCR o los test de antígenos que se realizan. Sanidad marca el 15% tope para el máximo nivel de emergencia y la Comunitat está ya en el 16,7 %. Son tres puntos por encima de la media española y sitúa a la valenciana como la sexta autonomía con peores cifras en este índice.
La Conselleria de Sanitat activó ayer un plan de respuesta que contempla la disponibilidad del personal sanitario para traslados o cambios en las áreas de trabajo. Un plan similar ya estuvo en vigor durante el peor momento de la primera ola. Es la primera medida de choque asistencial que se ha activado desde la Generalitat ante el recrudecimiento de la pandemia. De momento, las otras medidas, las restricciones sociales, no están funcionando. De hecho, los datos han empeorado mucho desde el establecimiento del toque de queda nocturno.