La vacuna contra la COVID-19 que están desarrollando la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca Plc, de la que el gobierno español tiene reservado un pedido de 31 millones de dosis, continúa superando fases. Un portavoz de la empresa británica ha confirmado al periódico inglés Financial Times que las últimas pruebas demuestran que la vacuna tiene una buena respuesta inmunológica en el grupo de edad de mayor riesgo, el de las personas mayores de 55 años.
Según esta información, la vacuna desarrolla anticuerpos y células T eficaces en los voluntarios de edad avanzada. Esta información coincide con los datos ya publicados en julio, que daban buenos resultados en adultos sanos de entre 18 y 55 años. “Es alentador ver que las respuestas de inmunogenicidad fueron similares entre los adultos mayores y los más jóvenes y que la reactogenicidad —la capacidad una vacuna de producir reacciones adversas comunes— fue menor en los adultos mayores, donde la gravedad de la COVID-19 es mayor”, declaró un portavoz de AstraZeneca.
La noticia llega después de que las autoridades estadounidenses dieran permiso a la farmacéutica a reanudar sus pruebas en el país, detenidas el pasado 6 de septiembre por la aparición de una enfermedad neurológica rara en uno de los voluntarios. La otra vacuna en fase avanzada, la de Johnson & Johnson, también tuvo que detener sus ensayos por una circunstancia similar la semana pasada, y espera para esta semana el permiso para reemprender los ensayos.
La vacuna de Oxford-AstraZeneca ha sido la elegida por la Unión Europea, si finalmente supera la fase de prueba. A finales de agosto se firmó un pedido de 300 millones de dosis a cambio de 870 millones de euros. Su distribución se hará en base a criterios de población de los estados miembros. A España le corresponden 31.555.469 millones de dosis, por las que el Gobierno abonará 76 millones de euros en el momento de su entrega.