València, 13 jul (OFFICIAL PRESS-EFE).- El virólogo Luis Enjuanes ha defendido este miércoles la necesidad de restricciones frente al coronavirus, dado que la variante ómicron se dispersa con «mucha avidez», como el uso «imprescindible» de la mascarilla en interiores, guardar las distancias y reducir el número de personas que se pueden reunir en estadios y festivales.
Luis Enjuanes restricciones
«Parece que el virus ya no existe, ya se puede ir a cualquier festival de 5.000 personas, a los partidos de fútbol, a lo que sea, ignorando» que el número de infectados es «altísimo» y que se están «llenando los hospitales», ha explicado el jefe del laboratorio de Coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC.
Enjuanes, quien ha impartido una conferencia en la Universitat Politècnica de València sobre el SARS-CoV-2, ha señalado previamente a los medios de comunicación que «no es racional» y supone «una locura» la gente que se aglomera en los festivales, o en muchas de las fiestas que se celebran en España y que son «un verdadero peligro».
Ha señalado que actualmente el número de infectados oscila entre 500 y 1.000 personas por cien mil habitantes, cuando para entrar en zona de control habría que tener entre 20 y 40 infectados por cien mil habitantes, y ha considerado que se está «minusvalorando» un virus que «se transmite con mucha facilidad» y que «mata».
Los anticuerpos de las vacunas han perdido efectividad
El virólogo ha indicado que los anticuerpos que nos han proporcionado las vacunas «han perdido bastante efectividad contra el ómicron», de forma que en las personas que se han vacunado tres veces estará «en torno a un 50 %», y ha explicado que si la vacuna no es intranasal su efectividad en las mucosas, que es donde entra el virus, es «bajísima».
«Está pasando que gente que se ha inmunizado tres veces no solo se infecta, sino que amplifica el virus y lo vuelve a diseminar», ha alertado el experto, quien ha añadido que por eso mismo ya no cuenta que el 70 % de la población esté inmunizada.
Ha insistido en que las vacunas que se han diseñado hasta ahora son «de buena calidad» pero su problema es «la ruta de administración», ya que si se pincha intramuscularmente y no se inmuniza localmente en la mucosa donde va a infectar el virus se pierde «el 98 % de la eficacia» de la vacunación.
Vacuna intranasal
Por ello, ha destacado que lo deseable sería que para octubre, cuando se empiece a administrar la cuarta dosis a las personas mayores, Pfizer y Moderna contaran ya con una forma de administración intranasal, porque entonces la efectividad de sus vacunas «saltaría para arriba con mucha potencia».
Enjuanes ha explicado que la vacuna en la que trabaja su departamento, que es de nueva generación y más compleja, lleva varios antígenos, se administrará intranasalmente y está actualmente en la fase de «escalado de la producción» y de adaptación a las buenas prácticas de fabricación, aunque todavía falta «optimizar los rendimientos» y prefieren no dar fecha de cuándo estará lista.
Ha insistido en que este virus «ha venido para quedarse» y se va a hacer estacional, por lo que durante los próximos años habrá que vacunarse contra él, y ha explicado que los coronavirus suele aprender a diseminarse con facilidad pero al mismo tiempo se atenúan, como ha pasado con las variantes de ómicron.
Siete coronavirus humanos
Así, de los siete coronavirus humanos que se conocen, los cuatro primeros están ya muy atenuados y producen un resfriado común, pero los tres más recientes, de ellos el SARS-CoV-2, se ha extendido a más de 560 millones de personas por 232 países , aunque «es posible que en algún momento se convierta en un virus atenuado».
Ha admitido que el verano tiene «muchas ventajas», como que se está mucho al aire libre, que la temperatura es muy elevada –los coronavirus cada día que pasan a 37 grados pierden diez veces su efectividad– y hay muchas horas de sol, que inactivan el virus, pero el problema es que la gente va a festivales y discotecas, donde «se contamina con muchísima facilidad por no llevar la mascarilla».