Falla Plaza del Pilar Sector: El Pilar – Sant Francesc
LARA VIZCAÍNO MORENO
Tiene 10 años y estudia en el Colegio Escolapias el curso de 6.º de primaria. Es fallera desde que nació y tiene el Bunyol d’Or.
En cuanto a las actividades de la falla en las que más le gusta participar, destaca la presentación y la Plantà. Además, confiesa que le gusta bastante la pólvora y tirar petardos.
Entre sus aficiones, hacer manualidades, dibujar, jugar con sus amigos y hacer excursiones para descubrir lugares y costumbres.
Los actos que más le gustan son la presentación y la Crida.
Como anécdota, en una noche de fiesta de pijamas se pintaron en los dedos índice y pulgar de las manos a Zzoilo y a Aitana de forma que, cuando los movían, simulaban que cantaban ellos. El día siguiente tenía una presentación y cuando intentó borrarlo no se iba, así que tuvo que desfilar escondiendo las manos pegadas a la falda para que no se notara. Justo cuando se iba del acto, de repente, pusieron la canción de Zzoilo y Aitana ‘Mon amour’ para la Fallera Mayor Infantil y no pudo evitar cantarla moviendo las manos. Fue muy divertido.
MAR VERCHER FERRER
Falla Isabel la Católica – Cirilo Amorós Sector Pla del Remei – Gran Vía
MAR VERCHER FERRER
Tiene 27 años y es médica. Acaba de empezar el segundo año de residencia en oncología radioterápica en el IVO.
Es fallera desde pequeña, pero forma parte de su comisión desde hace 5 años.
Ha sido secretaria, delegada de infantiles y también de la delegación de actividades falleras y protocolo.
Le gusta practicar deportes: pilates, trial e ir al gimnasio. Otra de sus aficiones es viajar con la familia o los amigos para conocer otras culturas y desconectar. Pero la mayoría del tiempo libre que tiene le gusta pasarlo con las personas a las que aprecia.
Su día predilecto es el de la Crida. El día empieza rodeado en pólvora por la despertà, después mascletà, comer en el casal, tarde de juegos y para finalizar el día el momento mágico de la Crida.
Este año para la Ofrenda en su casa eran 16 personas vistiéndose. Su casa se convirtió en una locura de moños, faldas y lazos, pero es uno de los recuerdos más bonitos que tiene.