València, 22 jun (OFFICIAL PRESS-EFE).- El Colegio de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) ha alertado del «posible riesgo» en la toma de ciertos medicamentos durante las olas de calor y, además de la necesidad de extremar las precauciones cuando se está en tratamiento, ha subrayado la necesidad de la correcta conversación de los fármacos ante las altas temperaturas.
Ante la llegada de la primera ola de calor y con motivo de su colaboración en la campaña de prevención de la Consellería de Sanidad frente a las altas temperaturas, desde el Colegio recomiendan consultar al farmacéutico u otro profesional sanitario en caso de duda.
Medicamentos y ola de calor
La vocal de Salud Pública de la entidad colegial, Vicenta Carbonell, ha indicado que entre los fármacos con los que se debe tener «especial cuidado» destacan los diuréticos, que pueden “propiciar una mayor pérdida de líquidos”; los tranquilizantes y antidepresivos, que pueden “impedir la pérdida de calor del organismo”; y los antihipertensivos, que hacen “bajar la presión arterial y agravan los efectos de calor”.
Además, ha puesto el foco en medicamentos de venta libre como son los antinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ácido acetilsalicílico o el ibuprofeno, que pueden “alterar la función renal en caso de deshidratación”; los antiácidos, con «posible efecto laxante por las sales de magnesio»; o los laxantes, que presentan el riesgo de «deshidratación por diarrea osmótica».
También ha señalado que, en caso de fiebre, “conviene evitar la toma de paracetamol, debido a su ineficacia para tratar la insolación”.
Cómo conservar los medicamentos
Otro aspecto a tener cuenta ante las altas temperaturas es la correcta conservación de los medicamentos ya que, según explica, “e estima que cerca del 50 %, unas 7.000 presentaciones de las autorizadas y dispensables en farmacia comunitaria, requieren especial precaución durante una ola de calor. Si hablamos de principios activos o fármacos, se trataría de unos 680 fármacos”.
Para una adecuada conservación de los medicamentos, se aconseja que los medicamentos a conservar entre 2 y 8 grados estén siempre en nevera y se utilicen tan pronto como se hayan sacado del frigorífico.
Guardar en sitios frescos
En el caso de los medicamentos a conservar a no más de 25 o 30 grados, no se degradan en una ola de calor porque las temperaturas superiores a 40 grados en España son puntuales, no constantes.
“Para este tipo de fármacos, los lugares recomendados para su almacenaje son los sitios frescos y secos, ya que en estos lugares la temperatura siempre es menor. Por lo que no sería recomendable almacenarlos en cocinas o baños”, ha explicado Carbonell.
Los medicamentos más sensibles al calor
Asimismo, algunas formas farmacéuticas como cremas, óvulos o supositorios son más sensibles al calor, por lo que, si al abrirlas ha cambiado su aspecto, “no se deben utilizar”, y durante el transporte de medicamentos, se deben aplicar las mismas precauciones de conservación, “usando nevera portátil en caso necesario y no dejándolos en coches, guanteras o maleteros expuestos a pleno sol”.
Carbonell subraya que las farmacias son los establecimientos sanitarios más próximos a la población y que por ello, en muchas ocasiones, son la primera opción a la que recurren las personas afectadas por algún problema de salud a causa de las altas temperaturas.
«En estos casos, las farmacias actúan con una atención inmediata, sin cita previa, y ayudan a evitar la saturación de atención primaria”, ha explicado la vocal de Salud Pública del MICOF.