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Muere el actor Manolo Zarzo a los 93 años

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El rostro eterno del cine español

Manolo Zarzo, uno de los actores más prolíficos y queridos del cine, teatro y televisión en España, ha fallecido a los 93 años en Madrid. Con más de 127 películas en su haber, su trayectoria abarcó más de siete décadas y dejó una huella indeleble en la cultura audiovisual del país. Zarzo fue, sin duda, el actor que siempre estuvo ahí, como secundario imprescindible o protagonista inesperado, en dramas sociales, comedias populares y producciones internacionales.


De «Los Chavalillos de España» al cine de autor

Manuel Zarzo, nacido en 1932, se inició en la interpretación desde muy joven, influenciado por su madre, quien organizaba pequeñas representaciones en su barrio obrero. Su primera gran oportunidad llegó gracias a la compañía juvenil Los Chavalillos de España, con la que recorrió el país. A los 19 años, debutó en el cine con Día tras día (1951), dirigida por Antonio del Amo, marcando el comienzo de una filmografía rica y variada.

En 1960, Carlos Saura lo eligió para protagonizar Los golfos, obra clave del cine español moderno. Zarzo fue el único actor profesional en una película que reflejaba, con estilo neorrealista, la crudeza de la juventud marginada en la España franquista. Esta cinta fue seleccionada para el Festival de Cannes y abrió una nueva etapa en la historia del cine nacional.


127 películas, mil historias y una sola voz

A lo largo de su carrera, Manolo Zarzo trabajó con algunos de los más importantes directores del panorama español: Pedro Lazaga, Mariano Ozores, Jaime de Armiñán, Juan Antonio Bardem, José Luis Garci, Mario Camus, Pedro Almodóvar y muchos más. Su cuadernillo personal, donde anotaba cada proyecto, es un testimonio de su entrega al oficio.

Entre sus películas más recordadas figuran La colmena, Los santos inocentes y Entre tinieblas, demostrando su versatilidad como actor tanto en el cine más comercial como en el más autoral.


Un actor internacional: Francia, Italia, Camboya y Angola

Zarzo también fue un pionero en el ámbito internacional, participando en coproducciones europeas y rodajes en lugares exóticos. Trabajó con Ettore Scola, Marcello Mastroianni, Alberto Sordi y Nino Manfredi, en películas como El demonio de los celos y ¿Conseguirán nuestros héroes encontrar a su amigo misteriosamente desaparecido en África?. De sus rodajes en Camboya llegó a decir: «Me quité 17 sanguijuelas con un cigarro».


Presencia constante en televisión

Zarzo también brilló en la televisión española, participando en míticas series como Fortunata y Jacinta, Juncal, Compañeros, El Súper, La verdad de Laura y La Dársena de Poniente. Su rostro se convirtió en familiar para varias generaciones de espectadores, consolidando su estatus como ícono de la pequeña pantalla.


Una vida de película: anécdotas y legado

Padre de cinco hijos, su vida estuvo marcada por momentos intensos dentro y fuera del plató. En 1960, salvó a una joven en un incendio en la calle Carretas de Madrid, lo que le causó graves lesiones. Estuvo dos horas clínicamente muerto y pasó dos meses escayolado, pero superó la experiencia con entereza: «Me dije: me voy a poner bien, y aquí estoy».

La Academia de Cine le rindió un homenaje en vida por su trayectoria. Su legado queda inmortalizado en cientos de personajes que han marcado el imaginario colectivo del cine y la televisión en España.


Manolo Zarzo: el eterno secundario que fue protagonista de todos

Con su voz grave, su mirada serena y su presencia incuestionable, Manolo Zarzo forma parte del alma del cine español. Su muerte deja un vacío imposible de llenar, pero su arte y profesionalidad seguirán vivos en cada fotograma y cada recuerdo.

 

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