CASTELLÓN, 13 Ago. (EUROPA PRESS
Un toro falleció el pasado sábado en los festejos taurinos de Moncofa (Castellón) – , tras participar el animal en el ‘bou al carrer’.
El alcalde del municipio, Wenceslao Alós, ha explicado a Europa Press que, unos 15 o 20 minutos antes del suceso, habían sacado a los mansos para intentar encerrar al astado, pero el toro «hizo caso omiso». A continuación, se le ató con una cuerda y «fue en ese momento cuando se desvaneció» y falleció con posterioridad.
El suceso ha sido denunciado por la Plataforma Abolición, entidad que en un comunicado ha asegurado que el toro «no pudo soportar tanto maltrato y se desplomó en las calles de Moncofa mientras la única preocupación de la gente a su alrededor era que una vecina no grabara desde su propia casa, por lo que fue increpada por la muchedumbre que rodeaba al animal abatido».
La Plataforma también denuncia que había menores de edad dentro del recinto taurino, muy cerca del astado, «pese a que se podía dar el caso de que el animal se levantara y los pusiera en una situación de mucho peligro».
«Es algo absolutamente contrario a la normativa y que ocurre constantemente pero que ninguna autoridad se encarga de denunciar, ya que los mismos que deben vigilar el cumplimiento de la ley, son, irónicamente, aquellos que la infringen: los organizadores», asegura en el comunicado.
Sin embargo, según el primer edil, el animal «no sufrió ningún tipo de maltrato físico» y ha calificado de «totalmente falso» que se le pinchara. Así, ha defendido que la organización «actuó correctamente para sacar al toro de allí y el animal murió después». Asimismo, el alcalde ha negado la presencia de menores en el espectáculo taurino ya que «hay una docena de voluntarios que velan por la seguridad del festejo y está prohibida la presencia de menores de 16 años».
La Plataforma Abolición ha denunciado «el terrible maltrato que reciben los toros y las vacas en los festejos de ‘bous al carrer'» e insiste en que este no es un «caso aislado». Según sostiene, «multitud de toros y vacas caen fulminados en las calles y sufren paros cardíacos, fractura de astas, extremidades, etc, al ser maltratados sin piedad por una parte de la población que aún no ha evolucionado».