Hugo Román
José Sacristán pertenece a una generación de artistas irrepetibles. De esos que haría falta clonar. Actores que desde su pasmosa naturalidad no necesitan hacer aspavientos ni gritar ni exagerar ni tan siquiera hacer muecas. No porque eso solo lo hacen aquellos que quieren tapar y disimular así sus limitadas dotes para las artes escénicas. Y Sacristán es de los interpretes a la antigua usanza, de los que su talento interpretativo inunda el escenario.
Y eso hace indispensable verle sobre las tablas cada vez que actúa. Y escuchar su voz. El Teatro Olympia te ofrece una nueva oportunidad de ver a uno de los grandes de la escena española en la obra Muñeca de Porcelana (hasta el 15 de octubre en Teatro Olympia).
Junto a Javier Godino y dirigida por Juan Carlos Rubio, Muñeca de Porcelana es la primera producción que se hace en el mundo después del estreno en Broadway de la original, China Doll protagonizada por Al Pacino.
Muñeca de Porcelana plantea en su trama varias cuestiones: ¿Están los poderosos libres de rendir cuentas por sus actos? ¿Existe una élite que maneja los hilos con capacidad para variar el rumbo de los acontecimientos con tan solo una llamada telefónica? Una atractiva visión del poder con una trama que irá complicándose a cada paso.
Pero sobre todo, Muñeca de Porcelana es la gran oportunidad de ver a José Sacristán, un actor irrepetible.