Sucesos

El SAMU consigue estabilizar a un niño semiahogado en una piscina de Alboraya

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Un grupo de bañistas en una piscina pública. EFE/Luis Tejido/Archivo
València, 29 jun (OFFICIAL PRESS- EFE).- Una unidad del SAMU ha estabilizado a un menor de edad, de tres años, que se encontraba en estado de semiahogamiento en una piscina en la localidad de Alboraya (Valencia).

A las 19.30 horas de este miércoles, el Centro de Coordinación de Urgencias recibió un aviso de que habían sacado del agua de una piscina a un niño y estaba perdiendo la consciencia, en un incidente ocurrido en una urbanización de Alboraya.

Hasta allí se desplazó una unidad del SAMU, cuyo equipo médico realizó diversas maniobras de estabilización al niño, de tres años.

Posteriormente, el niño fue trasladado con síntomas de ahogamiento al hospital Clínico Universitario de Valencia, en la ambulancia del SAMU.

Recomendaciones para prevenir los ahogamientos durante el verano

  • Seguir las indicaciones de seguridad presentes en las playas, respetando las banderas, y es recomendable bañarse en zonas con vigilancia de socorristas.
  • Los peligros de bañarse durante la noche, ya que si surgen contratiempos nadie se va a percatar de ello.
  • Si aparece algún tipo de malestar (mareo, náuseas, dolor de cabeza, etc.), se debe salir inmediatamente del agua.
  • Evitar el consumo de alcohol antes del baño, ya que disminuye la capacidad de reacción.

Corte de digestión

El tradicional «corte de digestión«, que se conoce como «síndrome de hidrocución» y no se debe a un problema de digestión, sino a un cambio brusco de la temperatura, por lo que la entrada al agua debe hacerse de forma paulatina «mojándonos previamente nuca, muñecas y pies y evitando zambullirnos de golpe».

Las corrientes

En el caso de sentirse arrastrado por una corriente, se ha de nadar paralelamente a la playa y, una vez fuera de la corriente, nadar hacia la orilla.

Es arriesgado bañarse en ríos de gran caudal, pozas naturales o bajo las cascadas, porque puede haber corrientes o remolinos.

Niños y ancianos, los más vulnerables

El riesgo de sufrir un ahogamiento aumenta en los niños y las personas mayores de 65 años. Se recomienda acompañar siempre en el agua a los ancianos y vigilar a los menores en todo momento.

El ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa, «un bebé puede ahogarse en menos de tres minutos y en tan sólo 20 cm. de agua».

En las piscinas privadas, fundamental que estén valladas a una altura suficiente como para que no puedan ser saltadas por un niño, y que contengan una puerta con un cierre adecuado.

Además, si el pequeño no sabe nadar, hay que evitar los flotadores, debiendo hacer uso del chaleco salvavidas.

 

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