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Perseidas 2023: cuándo y dónde ver las Lágrimas de San Lorenzo

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Las famosas perseidas del 2023 es una lluvia de meteoros (comúnmente llamados «estrellas fugaces») que sucede todos los años hacia el 12 de agosto.

Día de San Lorenzo

Las perseidas también reciben el nombre popular de «lágrimas de San Lorenzo» por la proximidad del máximo de la lluvia de meteoros al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español del mismo nombre.

No obstante, según el Observatorio Astronómico Nacional (OAN) 2020 será un buen año para observar las Perseidas, pues sucederán cuando la Luna esté en fase menguante.

La mejor hora para verlas

Este año, el pico debería ser desde la tarde del 12 de agosto hasta la mañana del 13 de agosto (los observadores en la costa oeste de América del Norte y el Océano Pacífico oriental están particularmente bien ubicados).

La Luna será una delgada media luna saliendo poco antes de que comience el crepúsculo, por lo que la luz de la luna no interferirá, y hay una ventaja real de estar en un sitio de cielo oscuro lejos de las luces de los pueblos y ciudades.

Por la noche, el radiante está más bajo en el cielo, por lo que se ven menos meteoros. Los que sí aparecen son los ‘rozadores de tierra’, donde las partículas de escombros entrantes simplemente rozan la parte superior de la atmósfera de la Tierra y pueden dejar largas estelas brillantes.

Más tarde en la noche, los números aumentan a medida que el radiante se eleva más alto en el cielo, con la mejor vista probablemente antes de las 02.00 UTC, cuando el cielo comenzará a aclararse antes del amanecer.

¿Por qué suceden las Perseidas?

Los cometas, según describen sus órbitas alrededor del Sol, van arrojando al espacio un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanece en una órbita muy similar a la del cometa progenitor.

Cada cometa va formando así un anillo en el que se encuentran distribuidos numerosos fragmentos cometarios. Cuando la Tierra, en su movimiento en torno al Sol, encuentra uno de estos anillos, algunos de los fragmentos rocosos (meteoroides) son atrapados por su campo gravitatorio y caen a gran velocidad a través de la atmósfera formando una lluvia de meteoros.

La fricción con los gases atmosféricos calcinan y vaporizan los meteoros que aparecen brillantes durante una fracción de segundo formando lo que popularmente denominamos estrellas fugaces. No se trata por tanto de una estrella sino de una partícula de polvo incandescente.

La espectacularidad de los meteoros

La altura a la que un meteoro se hace brillante depende de la velocidad de penetración en la atmósfera, pero suele estar en torno a los 100 kilómetros. Sin embargo, el alto brillo y la gran velocidad transversal de algunos meteoros ocasionan un efecto espectacular, causando la ilusión en el observador de que están muy próximos.

Los meteoroides de masa menor al kilogramo se calcinan completamente en la atmósfera, pero los mayores y más densos (de consistencia rocosa o metálica), forman meteoritos: restos calcinados que caen sobre el suelo.

Cada año a principios de agosto nuestro planeta cruza la órbita del cometa 109P/Swift-Tuttle, que tiene un período de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Esta órbita está llena de partículas pequeñas, como granos de arena o menores, que han sido liberadas por el cometa en sus pasos anteriores. Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre a gran velocidad, la fricción la calienta hasta vaporizarla a gran altura.

La correspondiente lluvia de meteoros parece tener un único centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces. Ese punto se denomina «radiante» y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Así pues, las perseidas tienen su radiante en la constelación de Perseo.

Perseidas 2023: ¿Dónde se pueden ver la lluvia de estrellas?

El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión.

Aunque las perseidas parecen venir de la constelación de Perseo (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza antes de su ocaso. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.

Fuente: OAN

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