València, 5 may (OFFICIAL PRESS- EFE).- Las elecciones del 28 de mayo tendrán dos políticas embarazadas en plena campaña. Ellas reivindican que estar embarazada no es una enfermedad, sino una circunstancia feliz e ilusionante que, aunque coincida con la campaña electoral, se puede compaginar con una agenda llena de actos y de paso dar visibilidad a la necesidad de mejores y mayores políticas de conciliación en España.
POLÍTICAS EMBARAZADAS
Son María José Catalá, la candidata del PP a la alcaldía de València, quien está embarazada de 33 semanas de su segundo hijo y dará a luz justo después de las elecciones, y la vicepresidenta del Consell de la Generalitat, Aitana Mas, cabeza de lista de Compromís a Les Corts por Alicante, cuyo segundo hijo nacerá en octubre.
UN NIÑO CON LA VARA DE MANDO BAJO EL BRAZO
María José Catalá (València, 1981), quien el 28 de mayo podría convertirse en alcaldesa de València y es también la cabeza de lista del PP a Les Corts por Valencia, explica a EFE que es «una privilegiada», porque lleva un buen embarazo y se siente «muy bien, con mucha energía» y físicamente «muy fuerte»: ahora mismo «soy un cañón», proclama.Bromea con que le gustaría que su hijo viniera al mundo «con una vara de mando bajo el bajo», y rememora el momento en que llamó al presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, para comunicarle su embarazo: «Le dije: ‘mira, simplemente que sepas que tienes una candidata embarazada y no te preocupes de nada'».
La candidata del PP a la alcaldía de València, María José Catalá, cuyo segundo hijo nacerá en junio. EFE/Biel Aliño
A los hombres «esto les genera un poquito más de pánico, como diciendo: ¿pero vas a poder?», explica la también secretaria general del PP de la Comunitat Valenciana, quien reivindica que las mujeres no deben renunciar a su vida personal por la vida profesional: «Hacerlo sería un error», considera.
Catalá, que tiene una niña de 22 meses y espera a su segundo hijo sobre mediados de junio, admite que el tramo final de las elecciones es «muy exigente» y requiere sentirse «feliz» y «fuerte», si bien de momento está llegando a todo. «Salgo por las mañanas que me como la campaña electoral», asevera.
EL GINECÓLOGO LE SIGUE EN INSTAGRAM
Asegura que no está «nada agobiada» por el hecho de que le coincida la campaña electoral con la recta final del embarazo, pues al ser el segundo sabe cómo «llegar a todo» y encontrarse bien, aunque admite que en su equipo están «agobiadísimos» por si se pone de parto «de un momento a otro».»Mi médico se ha puesto Instagram para seguirme» y ver «qué cara hago» porque «sí que está un poco preocupado, pero yo no», afirma Catalá, quien asegura: «Sé que las cosas van a ir bien, que primero van a venir las elecciones y la toma de posesión y luego el nene nacerá bien y ya está».
Afirma que si se convierte en alcaldesa de València quiere volcarse «rápidamente» en su ciudad, por lo que posiblemente se coja «una baja más reducida», y felicita a la número dos del Consell por su embarazo, al tiempo que se alegra de que se vaya normalizando el hecho de que haya políticas embarazadas.
AGUA, COMIDA Y ABANICO EN EL BOLSO
La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Aitana Mas (Crevillent, Alicante, 1990), destaca a EFE que la política es «un ámbito normal» en el que las mujeres que optan por el proyecto de vida de la maternidad lo hacen con «naturalidad» e independientemente de su cargo público, y en su caso le hacía «especial ilusión» tener un segundo hijo que no se llevara demasiado tiempo con el primero, de 20 meses.»Para mí siempre ha sido un error frenar mi vida personal por un proyecto profesional», asegura la candidata de Compromís, quien afirma que en esta campaña electoral, a la que llega en el segundo trimestre del embarazo, intentará estar «al pie del cañón», como siempre ha estado y como se merece esta cita, solo que «con un poquito más de barriga».
La vicepresidenta del Consell de la Generalitat, Aitana Mas, cabeza de lista de Compromís a Les Corts por Alicante, cuyo segundo hijo nacerá en octubre. EFE/Manuel Bruque
Con la precaución de llevar en el bolso en estas semanas intensas de campaña «siempre agua, algo para comer por si acaso e, imprescindible, un abanico», Aitana Mas señala que ya se ha encontrado con gente que le «restriega por la barriga cupones y décimos», y bromea con pasarse por la barriga la papeleta electoral a ver si da «suerte».
Mas felicita a su adversaria política y le desea que le vaya «muy bien» el embarazo, si bien le lanza una advertencia: aunque parece que «le sigue» en los embarazos, espera que Catalá no tenga un tercer hijo: «Yo ya con tres no puedo».